El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, afirmó que si se deroga la reforma laboral "de un plumazo", habrá un problema en España, aunque admitió que está dispuesto a hablar de un nuevo Estatuto de los Trabajadores, dentro del futuro del empleo, pero no en estos momentos.

El presidente de la patronal hizo estas declaraciones en una charla coloquio organizada por la Fundación Pablo VI, donde remarcó que "lo urgente puede a lo necesario en estos momentos" y que ahora se deben tomar medidas coyunturales, pero no estructurales. "La parte estructural se debe hacer con calma y estudiando cómo se pueden adaptar las cosas", explicó.

Para el presidente de la patronal, "lo de los reales decreto cada semana no nos gusta, porque nos sustrae de la capacidad de debate y diálogo y de la incorporación de cosas que pensamos que son buenas".

Igualmente, Garamendi defendió que "los cambios sociales vienen de manera progresiva y en el tiempo".

Fraude del absentismo

En esta línea, resaltó que en el futuro del trabajo también se debe hablar de absentismo, porque en España es elevadísimo. "Del fraude por absentismo no se habla", añadió, tras apuntar que la crisis del coronavirus, que ha durado tres meses, va a hacer que se avance un poco más rápido en el futuro del trabajo, pero que es un debate que venía de antes.

Asimismo, puso de relieve la importancia de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que han permitido la hibernación de las empresas y que se proteja el empleo, y afirmó que es "fundamental" la desescalada también en este aspecto e intentar que no se pase de los ERTE a los expedientes de regulación de empleo (ERE), "porque si no, habrá paro".

Respecto al teletrabajo, cree que es un complemento perfecto y que ayuda a la conciliación de la vida familiar, pero avisó de que un "atracón de teletrabajo no es bueno ni para las personas ni para la empresa".

Nuevo ingreso mínimo vital

El presidente de la CEOE también reclamó ser "muy duros ante los posibles abusos" que se puedan cometer en las solicitudes del ingreso mínimo vital aprobado por el Gobierno, una medida a la que no se han "negado", pero que consideran que debería haber sido sólo hasta el próximo diciembre.

Asimismo, consideró que el ingreso mínimo vital debe ir "orientado hacia la empleabilidad" y "no sólo dar peces sino dar la caña para que puedan pescar".