Juan Carlos Ureta | Presidente de Renta4 Banco

  • El banco traslada a sus clientes andaluces que no ve riesgo ni de una gran depresión ni de estanflación en una economía en transformación

“Estamos en una crisis sin un ‘crash’ que durará varios años”

Juan Carlos Ureta, ayer, ante la oficina de Renta4 Banco en Sevilla. Juan Carlos Ureta, ayer, ante la oficina de Renta4 Banco en Sevilla.

Juan Carlos Ureta, ayer, ante la oficina de Renta4 Banco en Sevilla. / José Ángel García

–Está en Sevilla para celebrar el evento anual con clientes e inversores andaluces de Renta4 Banco. ¿Qué mensaje les trae?

–Fundamentalmente, lo que lo que queremos trasladar es cómo estamos viendo esta esta era de cambio que se ha iniciado el año 2022. Y el mensaje es que de alguna manera lo que estamos viendo es que es una crisis profunda, porque es una transformación profunda de la economía y de los mercados financieros, por tanto. Todos los ajustes que se están produciendo y que se van a producir, tanto en lo monetario como en la propia economía real de las empresas, son ajustes que se están realizando de forma ordenada

–¿Y cómo ven esta crisis?

–Pues básicamente como un triple cambio. Por un lado, el cambio en lo monetario, en los tipos de interés y la liquidez. A partir del año 2022, los bancos centrales se dan cuenta de que no pueden continuar con ese modelo del dinero gratis. Este cambio ha traído subidas de interés muy intensas en los últimos meses. El segundo cambio es que también el modelo de crecimiento se transforma y ya no es un modelo basado en la deuda, en el que cada unidad de PIB necesitaba una creación de cuatro o cinco unidades de deuda. Y lo tercero que ha cambiado es el entorno geopolítico, ruptura del statu quo entre EEUU y China. Son tres cambios muy importantes. Cada uno de ellos ya de por sí sería relevante como para generar crisis en la economía. Y los tres juntos todavía mucho más.

–¿Y qué mensaje dan para afrontar esos cambios?

–El mensaje es que ese cambio no va a producirse en unos meses, va a ser una transformación larga. Este año y el que viene vemos continuidad ese proceso de cambio y de ajuste, aunque sí en un proceso bastante ordenado. Es decir, no está habiendo cataclismos ni sensación de crash, de desplome como la hubo en 2008, tras la caída de Lehman, o en 2020, con la llegada del Covid y los confinamientos.

–¿Hace unos meses se veía un escenario de posible recesión técnica en este momento de 2023, también había cierto riesgo de entrar en una estanflación con alta inflación y bajo crecimiento ....

–Correcto.

–... y los bancos centrales también hablan ya de un aterrizaje suave. ¿En cuál de los tres escenarios estamos?

–No vemos ni gran depresión ni estanflación tipo años 70. Por varios cuatro motivos. El primero es que el sistema bancario está básicamente bien capitalizado, y decir esto hoy puede ser chocante, pero precisamente se ha demostrado con la crisis de estas dos últimas semanas, que la banca en general está bien capitalizada. Tiene capital como para absorber el impacto de la crisis económica, cosa que no ocurría en 2008. Segundo motivo: tenemos un sistema productivo que básicamente es eficiente y que no tiene pendiente ninguna reconversión industrial ni cosas por el estilo. Es un sistema que se ha ido convirtiendo de forma permanente. Tenemos una gestión de las políticas económicas que han aprendido mucho y lo hemos visto también en esta crisis bancaria que hemos vivido. Como los bancos centrales cada vez más actúan de forma muy quirúrgica y con una gran precisión. Y cuarto, tenemos una economía de innovación disruptiva permanente, una economía por tanto muy viva. Por esos cuatro motivos no vemos ni gran depresión ni estanflación del año 70. El escenario económico que estamos viendo es de bajo crecimiento prolongado durante varios años, básicamente para absorber toda la deuda acumulada que es enorme. ¿Es posible o no? Ya lo veremos. En algún periodo de ese proceso puede que se entre en eso que se llama la recesión técnica, es decir, caída del PIB durante dos o más trimestres. Pero tal y como lo vemos, y por todos los motivos antes citados, sería recesión técnica y por tanto no profunda.

–Otras casas de inversión y la banca privada que he tenido la oportunidad de entrevistar desde principios de año hablaban de la renta fija como una oportunidad para sus clientes antes de que sucedieran los episodios del Silicon Valley Bank y Credit Suisse. ¿Sigue siendo así?

–Creo que es muy importante diferenciar el corto plazo del largo plazo. La renta fija de duración corta, hasta dos años, ofrece una oportunidad muy buena para colocar el dinero de liquidez. Tenemos tipos de interés a un año del entorno del 3%, incluso en algunos activos, a dos años, en el entorno del 4% o 4,5%. Y tenemos la situación que se llama la curva invertida. Es decir, se está pagando menos una colocación a diez años que a un año. Es algo muy llamativo, pero es como está la curva de tipos. Eso quiere decir que, efectivamente, en el corto plazo hay una oportunidad para la liquidez de colocarse en duración corta, como digo, en acciones hasta dos años. Nosotros particularmente, preferimos incluso duración más corta hasta un año y tener un tipo de interés atractivo nominalmente hablando.

–¿Soberana o corporativa?

–En bonos de calidad. En este momento en Renta cuatro lo que recomendamos es, en todo, incluso en renta variable, priorizar la calidad sobre la rentabilidad. Prefiero un bono de alta calidad, sea del Tesoro o sea corporativo, porque los tiempos que vienen no van a ser fáciles, tampoco tremendamente complicados. Pero a largo plazo pensamos que la renta variable de calidad será lo que dé más retorno de rentabilidad.

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