ECONOMÍA

Qué es la flexibilidad energética: ahorra en la factura de la luz sin cambiar los hábitos de consumo

Coche eléctrico, preparado para ser recargado

Coche eléctrico, preparado para ser recargado

La impresionante subida en el precio de la energía en los últimos tiempos ha obligado a gobiernos y ciudadanos a buscar alternativas que duelan menos a los bolsillos de los consumidores o moderen el gasto energético en determinadas horas del día.

Sin embargo, en algunos casos, conciliar los horarios personales con las necesidades energéticas se antoja una tarea imposible. La factura de la luz en España fue un 20% superior a la media de la UE con el tope al gas vigente y, a pesar de que el uso de tecnologías eficientes permite un ahorro energético de hasta un 30%, la energía tiene unos costes distintos según el momento del día y del año en que se consume.

Esa es una realidad que no se puede discutir, pero sí combatir ¿Cómo? A través de la flexibilidad energética, que permite ahorrar en la factura de la luz sin cambiar los hábitos.

Qué es la flexibilidad energética

¿En qué consiste esa flexibilidad energética? En la capacidad que tengan las grandes empresas o la suma de un nutrido grupo de personas o pymes para ajustar en tiempo real la oferta y demanda de energía en cada centro de consumo y desplazar así la demanda a los periodos de mayor generación renovable. Este movimiento permite el abaratamiento de los precios y una mayor reducción de emisiones.

La empresa adapta su consumo a la producción y a cambio se lleva cierta cantidad de dinero por aliviar la congestión en las redes

En algunos países de Europa, como Francia, se ha creado ya un mercado que paga a las empresas y consumidores capaces de producir energía o de reducir su consumo cuando el mercado más lo necesite

La empresa adapta su consumo a la producción disponible y a cambio se lleva cierta cantidad de dinero por aliviar la congestión en las redes y beneficiar el descenso del precio de las fuentes de energía.

Esa es la flexibilidad energética, ideal para plantas industriales o grandes empresas del sector terciario, pero también una posibilidad real para un consumidor doméstico y la pequeña y mediana empresa, agrupándose y participando en los mercados a través de un nueva figura: el agregador de demanda.

Los coches eléctricos, una opción perfecta

Con este método, que bien podría ser simplemente organizándose para cargar los coches eléctricos en horarios diferentes, se consigue reducir costes energéticos y ayudar a una mejor integración de las energías renovables, a la electrificación de los coches y a los sistemas de calefacción domésticos.

Estamos, en definitiva, ante una fórmula complementaria a los ajustes horarios que tantos llevamos leyendo durante meses para tener mayor eficiencia energética y las mejoras tecnológicas en los aparatos eléctricos. Conseguir que las horas de menor demanda se desplacen de manera automática beneficiará la comodidad del usuario y beneficiará a estas empresas y grupos que se unan.

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