Dice el filósofo griego Heráclito de Efeso que “nada es permanente a excepción del cambio”. Una frase que se puede aplicar sin moldes a la vida política municipal en la que los alcaldes y concejales que conforman las corporaciones van cambiando y rotando con el paso del tiempo para dar paso a la savia nueva. Es ley de vida (política).

En Almería en estas elecciones municipales que se celebran el 26 de mayo un total de diez de los 103 actuales alcaldes no repetirán a optar al sillón presidencial. La vara de mando que han ostentado durante estos últimos cuatro años pasará a otras manos, ya sea de un compañero de partido o para alguno de sus rivales políticos. Toca pasar página, dar un paso atrás o al lado y continuar con su trayectoria familiar y laboral dejando una responsabilidad que según han coincidido todos en señalar a Diario de Almería “es agotadora” pero a la vez “muy gratificante”.

La decena de primeros ediles se apartan de la primera fila política aunque alguno va en las listas

El más veterano que se despide de sus vecinos es Félix López, regidor del Consistorio de Vera. Lo hace tras 20 años como alcalde y otros doce como concejal. Lo deja para dedicarse “a un gran proyecto, el mejor que he tenido nunca: mi familia y mis amigos”. Y es que, reconoce que se lo prometió a su mujer y sus dos hijos cuando comenzó la legislatura, “y lo he cumplido”. Ha sido alcalde de Vera de 1995 a 2011 y en esta última legislatura. Aunque llegó al Ayuntamiento en 1987 “para servir a mi pueblo y no para servirme de mi pueblo”. Ahora, ya con 63 años y tras jubilarse de la docencia en la que ha sido mestro del colegio Ángel de Haro de la localidad levantina, va a disfrutar de su tiempo aunque apunta que “quedan muchos proyectos por hacer, ya iniciados, y otros que hay que seguir desarrollando en el futuro y estaré vigilante y atento a que esto se cumpla, pero ya desde la sociedad civil”.

Emma Sola, alcaldesa de Chirivel.

En la otra punta de la provincia, en la comarca del Poniente, también deja la política Antonio Torres, actual alcalde del Ayuntamiento de Berja. Tras 16 años como primer edil, en los que también ha sido parlamentario andaluz y diputado provincial (en dos ocasiones), se desvincula por completo de la política porque “quiero ser dueño de mi tiempo”, afirma. A sus 52 años y tras “haberle dado los mejores años de mi vida a la política”, Torres vuelve con sus negocios, a la tierra. Es agricultor y tiene varios invernaderos que ahora ocuparán el primer puesto de sus quehaceres y preocupaciones junto a su familia. Atrás deja un ayuntamiento “casi saneado. Cuando entré había una deuda de 16 millones”, explica. “Ha sido una experiencia muy positiva y todo un honor el ser alcalde de mi pueblo y ser responsable de cambiar su fisionomía”, concluye.

El de Canjáyar vuelve al Conservario de Música y el de María a su secadero de jamones

En la comarca de Los Vélez es donde se produce el mayor número de despedidas con la marcha de los actuales regidores de Vélez-Blanco, Chirivel y María. Solo puede optar a revalidar el cargo el actual regidor de Vélez-Rubio, Miguel Martínez Carlón que sí se ha presentado con el PP.

En el caso de Vélez-Blanco, Antonio Cabrera es el más longevo en el cargo de los tres. Ha dirigido el ayuntamiento durante 16 años y es toda una institución y un ejemplo para los socialistas de la provincia. Ha tenido durante estas cuatro legislaturas dedicación exclusiva y “ni un día de vacaciones”, añade. Según él, ser alcalde “es el mayor orgullo, ni diputado, ni delegado de la Junta ni ningún otro cargo político. Ser alcalde es lo más grande que hay para un gestor público”.

Félix López, alcalde de Vera

Ahora, en cuanto acabe la legislatura volverá a su profesión, vigilante de seguridad en el hospital de La Inmaculada de Huércal-Overa y también a cuidar sus almendros. Aunque avisa que “mi teléfono seguirá operativo como cada día las 24 horas”, en un claro ejemplo de su vocación por el servicio público.

Su compañera de partido, Emma Sola, también se despide de la política tras 20 años como concejal, diputada y finalmente alcaldesa durante dos legislaturas del Ayuntamiento de Chirivel. “Entrar es más fácil que salir de los sitios”, afirma. Por eso, confiesa que en esta última legislatura “he estado generando ilusión en el partido para que cuanod llegara el momento de anunciar mi marcha hubiese candidatos a sucederme”. Ahora con 46 años señala que quiere tomarse un tiempo “que puede ser 15 días, un mes o un año” para decidir “qué hacer con mi vida aunque tengo claro que hay que trabajar”. De hecho, no descarta volver a una tienda de ropa (D-Sastre) en su pueblo en la que trabajaba antes de comenzar en política. Por ahora mantiene su cargo de secretaria general del partido y está dipuesta a ayudar a los que vienen nuevos aunque tiene claro “que no trabajaré nunca más en política”.

Yel otro vecino de Los Vélez que también se despide de la vara de mando es el actual alcalde de María, Francisco Martínez. Ha sido alcalde durante ocho años. Aunque va en la candidatura del PP como segundo, tiene claro que toda la gestión la llevará el alcalde si su partido gana. Él, que ha compatibilizado su trabajo con la política, se dedicará ahora a su empresa, un matadero y un secadero de jamones.

Antonio Cabrera, alcalde de Vélez-Blanco

Otro de los pesos pesados dentro de la política municipal que deja su puesto es el regidor de Canjáyar, Francisco Alonso, tras cumplir tres legislaturas (12 años) al frente del ayuntamiento de su pueblo. “Hay sido una experiencia muy constructiva en la que he aprendido mucho. Por eso tengo que agradecerle a m partido (PP) y a mis vecinos la confianza depositada en mi persona para cumplir mi vocación de servicio público”.

Ahora Alonso vuelve al Conservatorio de Música de Almería donde ejerce como profesor de piano. “Antes de entrar en política yo ya tenía mi plaza y ahora tantos años después vuelvo al Conservatorio para disfrutar de mi gran vocación, la música”, afirma.

Los mismos años que él ha estado Ángeles Mirallas como alcaldesa del pequeño pueblo de Bayarque. Con 71 años “ahora me voy a dedicar a viajar”, explica a este periódico. Y lo hace con la conciencia tranquila tras haber llevado a cabo “importantes obras” en su pueblo natal. Su merecido descanso político irá también acompañado del cuidado de sus plnatas y macetas y de hacer manualidades, dos de sus grandes pasiones. Atrás quedan “las horas de trabajo interminables y de dar explicaciones en todo momento”, concluye.

Con 71 años se retira también el actual alcalde de Ohanes, Eufronio Hernández que lleva gobernando en la localidad desde el año 2009. En esta legislatura va de quinto en la lista del PSOE (el puesto clave para obtener la mayoría absoluta) pero tiene claro que su puesto es el de “asesorar a los jóvenes y ayudarles en la gestión municipal”. Ahora, ya jubilado, se va a dedicar a la tierra, como otros alcaldes que se retiran. En su caso, a los olivos y los almendros. “Ese es mi hobby y quiero disfrutarlo”, afirma.

Cerca de allí, en Bentarique se retira otra alcaldesa muy querida del PSOE, Dolores Castro. Entró a gobernar en su pueblo en el año 2010 “sin cobrar un euro” y tas dos legislaturas y media se retira porque ya le era imposible compatiblizar su trabajo, es funcionaria en la Cámara Comarcal Agraria de Canjáyar con el puesto de alcaldesa. Ahora, con 63 años ya mira de reojo la jubilación para poder disfrutar de la vida en su pueblo “sin ataduras y sin preocupaciones”. Un ejemplo de vocación por la política sin ningún tipo de remuneración a la que los vecinos estiman por su dedicación.

Isabel Padilla, alcaldesa de Albanchez.

La última, y la más joven de esta lista, es la actual alcaldesa de Albanchez, Ana Isabel Padilla. Tras 4 años de alcaldesa ahora va de número tres en la lista de Ciudadanos (hasta ahora era independiente) lo que le permitirá seguir trabajando en Cosentino en el departamento de Control de Calidad sin tener que compatibilizar ambas responsabilidades.

Diez alcaldes que se despiden de la vara de mando y que ahora miran al futuro sin la política como sombra porque hay vida más allá de ella.