Lourdes Ramos (Almería, 1972) ya cumplió aquel 7 de julio de 2016 su sueño de convertirse en la primera regidora de la historia de su pueblo, Gádor, tras la renuncia del veterano Eugenio Gonzálvez. Ahora, con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, quiere volver a coger la vara de mando votada por sus paisanos, recibiendo su respaldo y cariño y refrendado todo ello en las urnas.

Ramos es gadorense de pura cepa. Allí nació hace 46 años en el seno de una familia humilde, trabajadora, de agricultores. Tiene cinco hermanos y todos viven en Gádor, un claro ejemplo del amor por su tierra que profesa toda su familia.

Ella también ha formado la suya ya que está casada y tiene un hijo de nueve años que le roba el poco tiempo que le queda tras desempeñar sus obligaciones como alcaldesa de la Villa de Gádor. Un cargo que compatibiliza a su vez con el de presidenta del Consorcio del Sector II de la Provincia para la Gestión de Residuos (CRSII), convirtiéndose también así en la primera mujer que preside desde su creación este ente integrado por 48 municipios de la provincia y la Diputación Provincial que da servicio a cerca de 100.000 habitantes.

Tiene 46 años. Está casada y tiene un hijo. Es diplomada en Trabajo Social y una amante del deporte y la música pop rock de los 80 y 90

Mujer cercana y amable, Lourdes lleva en política desde el año 2003 cuando Gonzálvez confió en ella para que ostentase el puesto de teniente de Alcalde, una responsabilidad que mantuvo hasta el año 2016 cuando se convirtió en la primera regidora de la localidad.

Antes de entrar en política, Lourdes era trabajadora industrial en la fábrica de embarcaciones que hay ubicada en el pueblo porque siempre tuvo claro que quería crecer y vivir en su Gádor natal.

Persona con convicciones, de carácter y luchadora, es la quinta de los seis hermanos lo que le obligó desde pequeña a bregar por todo, es una apasionada del deporte y confiesa que siempre que puede aprovecha para mantenerse en forma mientras escucha música pop rock de los 80 y los 90, su favorita.

Ramos es diplomada en Trabajo Social y tiene muy claros los proyectos que “permitirán que Gádor siga creciendo en pleno siglo XXI”. Entre sus preocupaciones y retos está abrir la residencia de mayores, ampliar la Escuela de Música y Baile y, sobre todo, cumplir con uno de los sueños que más anhelan los gadorenses: eliminar los pasos a nivel porque como siempre afirma “en el pueblo estamos divididos”.

Su experiencia política y sus infinitas ganas de seguir trabajando por Gádor son dos de sus avales para seguir ostentando la vara de mando de un pueblo que destila olor a azahar y en el que a Ramos le gusta perderse de vez en cuando para disfrutar de sus rincones.