“Todo puede comunicarse desde lo sublime del arte”

Pedro Capó | Cantante y compositor

El cantante y compositor puertorriqueño Pedro Capó.
El cantante y compositor puertorriqueño Pedro Capó. / Cedida por Artist Publicist
Julio Sampalo

20 de agosto 2025 - 06:59

Con La carretera más que rodada tras recorrer Ecuador, Chile, Argentina y Uruguay, Pedro Capó (1980, Puerto Rico) visitará después del verano tierras españolas presentando en vivo las canciones de su último disco. Con una banda “con la que llevamos ya unos años apretando y venimos muy afilados”, el artista hará disfrutar al público en el mes de septiembre en la sala Moon de Valencia (día 25), la Razzmatazz de Barcelona (26), Pandora en Sevilla (27) y en octubre en la Sala But de Madrid (1 y 5).

La carretera es su más reciente álbum. ¿De dónde nace dicho trayecto?

–De mi infancia, de llegar a este mundo. Este disco es una bitácora, un diario personal. Es la carretera: el principio, las curvas, las altas, las bajas, el perderse, que también es parte del camino, en el destino hacia ese punto final. Y hablo del miedo a todo lo que nos aterroriza: la muerte, las caídas de nuestros seres queridos, volar en aviones. Hablo de lanzar a mi hijo mayor fuera del nido, que le toca la parte más interesante de la vida, la adultez. Hablo de cómo eso me afecta a mí, tratando de buscar ese punto de denominador común entre los que sienten esa experiencia así como yo. Hablo de aprender a vivir a través de las caídas, levantarse, disfrutar lo más bonito de la vida a pesar de todas las adversidades. Hablo del divorcio que también me tocó vivir. En la vida siempre hay un toque bonito, positivo, de romance incluido, pero desde esa misma realidad. Es un disco honesto, vulnerable y sin pretensión alguna.

–¿Se ha guardado palabras por pudor o la honestidad va por delante?

–Va por delante. También con un nivel de elegancia; se puede comunicar todo desde lo sublime del arte. No hay que decir todo tan gráfico para que se entienda, confío en la capacidad de entendimiento de los que escuchan. Tampoco trato de ser poético por serlo, ni ponerme una bandera de profundidad. Al contrario, trato de ser lo más honesto y conversacional posible.

–¿Qué ha aprendido de sí mismo con este disco?

–Que esto es lo que hago, que tengo un don de comunicar, que soy un comentarista de la vida y que me toca atravesar un montón de cosas para poder comunicarlas, que ese es el lado que a veces se pone un poco incómodo –ríe–, pero es parte de mi realidad. Atravieso estas vivencias, las siento, me autobservo y tengo este proceso de catarsis terapéutico donde destilo estas emociones, les doy forma y busco no solo sanar yo, sino que las lanzo con la ilusión de que la gente conecte de esa manera.

–Uno de los temas que más ha conectado es Existo, con Carín León. Nació de un encuentro donde hablaban sobre cómo crear un éxito. Va más allá de la casualidad, ¿no?

–No hay casualidades. Mi vida siempre ha tenido cierta pizca de magia y con Carín no fue la excepción. Nos invitan a un panel de Billboard para que demos una charla sobre cómo se hace un éxito y concluimos que el simple hecho de existir ya nos convierte en exitosos. Nos gustó el juego de palabras éxito-existo y ahí nace una canción en media hora. Al público le agradó muchísimo y a nosotros también nos sorprendió. Decidimos irnos al estudio. Él fue muy lindo, me invitó a su casa en Hermosillo (México), produjimos la canción, hicimos un vídeo, comimos asado, tuvimos una bohemia hasta la una de la mañana y la pasamos increíble.

–¿Dónde coloca el éxito en la escala de su vida?

–¡Guau! Tan presente como la salud porque eso es parte del éxito. Va más allá de tener una canción que esté sonando mucho; es tener un balance bonito, tiempo para la familia, disfrutar de las cosas pequeñas de la vida. En lo laboral es que la gente conecte con las canciones.

–Otra de las colaboraciones es Aprender a vivir, con Chambao y Jorge Drexler. ¿En qué momento se sumaron al viaje?

–Tan pronto los llamé porque son muy queridos. A Jorge lo conozco desde hace unos años, lo admiro muchísimo y hemos compartido desde la amistad, pero nos faltaba colaborar juntos y lo vi como anillo al dedo. Con La Mari llevaba un tiempo escribiéndome para hacer algo, pero nunca nos habíamos visto. Ella conectó con la canción de una. Es mi canción favorita y la que mejor describe el simbolismo de La carretera.

–¿De qué se siente más orgulloso como artista?

–De seguir haciendo lo que hago, que la gente siga conectando conmigo, especialmente luego de un éxito mundial como Calma, que crea un estruendo tan grande que sería fácil perderme en esa dinámica de perseguir ese tipo de cosas. Pero agradecido del público que me ha dado la oportunidad de seguir siendo congruente conmigo, demostrarme la autenticidad aunque eso se aleje de la propuesta de Calma.

–¿Qué será lo próximo?

–Sigo trabajando con colegas aquí y allá. Tenemos unas cosas que estamos visualizando soltar prontamente, pero también haciendo el ejercicio de estar presente con todo lo que está pasando con La carretera. No soy de forzar el lado creativo por mantenerme al tiempo, es algo que tiene que pasar con cierta naturaleza, es inspiración y transpiración. Hay que buscarlo, pero también respetar y disfrutar el presente y el resultado del trabajo ya labrado.

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