José Jiménez Diufaín | Presidente de Madre Coraje

"Tenemos mucha suerte de haber nacido en esta parte del mundo, debemos colaborar con las causas solidarias"

José Jiménez Diufaín, presidente de Madre Coraje, en las instalaciones de Guadalcacín.

José Jiménez Diufaín, presidente de Madre Coraje, en las instalaciones de Guadalcacín. / Manuel Aranda

-¿Qué es Madre Coraje? ¿Cómo se lo explicaría al que no conozca la asociación?

-Madre Coraje es una entidad social nacida en Andalucía que trabaja junto a comunidades empobrecidas para apoyarlas a nivel educativo, económico, sanitario, humanitario… y que además persigue educar personas competentes capaces de transformar el mundo. Todo esto lo hacemos basándonos en nuestros pilares fundamentales: el voluntariado y el respeto medioambiental. Además, este último pilar, a través de la reutilización y la economía circular, nos aporta independencia económica para poder hacer frente a todas estas acciones sociales y solidarias.

-¿Cómo ha ido creciendo Madre Coraje en 30 años hasta el envío del contenedor 500?

-Cuando el 11 de diciembre de 1992 arrancó formalmente esta entidad social, la ilusión, corazón, entusiasmo y compromiso que caracterizaban a las personas que dieron los primeros pasos hacía prever que se trataba de algo importante. Celebrar hace unos días el envío del contenedor 500 de ayuda humanitaria ha confirmado lo que ya se intuía. Madre Coraje ha enviado en su historia 8 millones de kilos de material humanitario que han mejorado las condiciones de vida de más de 2 millones de personas. Pero en estos 30 años Madre Coraje ha ido ampliando sus áreas de acción. Todo comenzó con los envíos de ayuda humanitaria pero, además de mantenerlos, nuestras actividades han ido abarcando mucho más: ponemos en marcha proyectos económicos, educativos, de salud, de emergencias, de prevención… en zonas muy empobrecidas dando protagonismo absoluto a los hombres y las mujeres participantes. Además trabajamos para sensibilizar y crear una conciencia crítica entre la ciudadanía de todas las edades a través de nuestra área de Educación Transformadora basándonos en el proceso 'Ver, juzgar y actuar'.

-Quizá aquí no se valore tanto pero reciclar aceite usado para fabricar jabón puede incluso salvar vidas en otros países. ¿Es así?

-El jabón que elaboramos a partir del aceite vegetal usado que recogemos en Andalucía en la fábrica que tenemos en nuestra sede central en Jerez de la Frontera es un bien de primera necesidad para los colectivos que apoyamos en Perú y Mozambique. Nuestras pastillas sirven para hacer frente a enfermedades infecto-contagiosas y para apoyar hábitos de cuidado de la salud de las comunidades empobrecidas con las que trabajamos. Nuestro jabón posee excelentes propiedades antisépticas, con un pH neutro óptimo, que cura heridas, llagas... y es empleado para prevención de enfermedades, limpieza del hogar, higiene personal, lavado de ropa, etc. Los principales beneficiarios del jabón son niños, niñas, mujeres, personas discapacitadas, ancianos, personas enfermas y sobre todo organizaciones sanitarias que realizan una importante atención médica a poblaciones sin recursos. A lo largo de nuestra historia hemos fabricado más de 2 millones de kilos de jabón. Por todo esto, es fundamental que la ciudadanía y empresas de hostelería nos donen el aceite usado de sus cocinas pero además es por una cuestión medioambiental: un litro de aceite mal gestionado contamina mil litros de agua. Madre Coraje está autorizada como Gestora y Transportista de Residuos Urbanos por parte de la Junta Andalucía y además contamos con el certificado ISCC de cumplimiento con la directiva europea sobre energías renovables.

-¿Qué ha significado la figura de Antonio Gómez en Madre Coraje?

-Nuestro fundador y presidente honorífico Antonio Gómez es la savia de Madre Coraje. Sin su tesón y su esfuerzo tengo claro que Madre Coraje no sería ni la mitad de lo que es, no sólo por los resultados cuantitativos que ya os he comentado, sino también, y sobre todo, por los valores de solidaridad, justicia, igualdad y gratuidad que él lleva por bandera. Las más de mil personas voluntarias que formamos parte de Madre Coraje admiramos a Antonio y en gran medida él es el 'culpable' de que formemos parte de Madre Coraje 'complicándonos' la vida por un mundo mejor.

-¿Por qué Perú y Mozambique en particular?

-Nuestras acciones las concentramos en Perú, Mozambique y también aquí en España. Nuestra vinculación con Perú nace por un viaje laboral que realizó precisamente Antonio Gómez cuando trabajaba en los Astilleros de Puerto Real. Regresó tan impresionado y 'tocado' por la dura realidad que vivían, sobre todo las niñas y niños que rebuscaban en la basura para lograr algo de comida, que decidió hacer algo por echar un cable. Además, adoptamos el nombre de Madre Coraje en homenaje a la memoria de María Elena Moyano, luchadora social peruana, dirigente vecinal y feminista, asesinada en Lima por el grupo terrorista Sendero Luminoso en 1992. Nuestra inmersión en Mozambique se debió a nuestro afán por ampliar nuestra colaboración a otro país. Valoramos las condiciones del país en cuanto al Índice de Desarrollo Humano, su situación política, su accesibilidad y la trazabilidad de nuestro apoyo y nos descantamos por este país africano. Y nuestras acciones en España las hemos reforzado para apoyar a las personas afectadas por la crisis económica, para trabajar la inclusión social de colectivos en riesgos de exclusión y para incidir en la importancia de una educación transformadora para arreglar este mundo.

-¿Cómo ha afectado la pandemia primero y la crisis económica ahora a la labor de la organización? Los costes de transporte han aumentado. ¿Han bajado las donaciones? El ejercicio de 2021 se saldó con números negativos…

-Nos hemos tenido que ir adaptando a las dificultades y en algunos aspectos nos hemos reinventado porque las necesidades de las poblaciones a las que apoyamos siguen existiendo incluso aumentando en momentos de pandemia y de crisis. Priorizamos el trabajo junto a otros colectivos, entidades públicas y privadas, y empresas solidarias, con los que colaboramos para compartir recursos y donaciones, llegando a más personas de una manera más eficaz. El trabajo en red es fundamental para nosotros y el apoyo público y privado es prioritario. A pesar de las dificultades y de los números negativos, hemos salido a flote con más ímpetu. Aunque hemos tenido que disminuir, por ejemplo, el número de envíos de ayuda humanitaria, seguimos al pie del cañón manteniendo el apoyo a las personas con quien nos comprometimos e incluso ideando nuevas colaboraciones. Por ejemplo, anualmente entregamos unos 4.000 kilos de ropa y 30.000 kilos de verduras frescas de nuestros Huertos a entidades sociales en España. Y estamos reforzando acciones de recaudación de fondos para poder mantener nuestras actividades. Por ejemplo, ponemos en circulación anualmente 140.000 kilos de ropa con una segunda vida a través de nuestras 25 tiendas solidarias en España generando fondos para nuestros proyectos a la vez que fomentamos la reutilización y el consumo responsable.

-Ha comenzado la venta online de ropa de Madre Coraje. ¿Algún otro proyecto en mente a corto plazo?

-La venta online la promovimos con la pandemia y llegó para quedarse en Madre Coraje. Tenemos perfiles de wallapop, vinted… pero además tenemos una web magnífica de libros con una segunda vida que alberga más de 5.000 ejemplares: libros.madrecoraje.org. Relacionado con esta línea, también estamos estudiando integrarnos, junto con otras entidades sociales, en una única plataforma de venta de artículos de segunda mano; empezaremos con los libros pero la idea es ampliarla a todo tipo de productos. Sabemos que en esto de la venta online el volumen de artículos disponibles es importante y unirnos con otras entidades sería una forma de alcanzarlo.

-¿A cuántas personas calcula que puede alcanzar la ayuda de Madre Coraje en todo el mundo?

-375.000 personas en Perú y Mozambique participan y se benefician cada año de la puesta en marcha de proyectos de acción humanitaria y cooperación internacional de Madre Coraje. Además, una media de 13.000 personas en España se implican anualmente en nuestros proyectos de Educación Transformadora. A todo esto hay que sumar las personas que son atendidas en los comedores sociales en España que reciben los productos de nuestros huertos, las familias que son apoyadas por otras entidades a las que les entregamos ropa, la clientela que adquiere prendas de una forma digna, y no caritativa, a precios simbólicos en nuestras Tiendas Solidarias… y un largo etcétera que engloba cada uno de los eslabones de la cadena de solidaridad que ha creado Madre Coraje.

-Madre Coraje tiene personal contratado y socios, pero la mayor parte de su potencial humano radica en el voluntariado. ¿Hasta qué punto es imprescindible?

-Madre Coraje nació del voluntariado y hemos ido creciendo con ese mismo espíritu, el de personas que luchan por un mundo más justo desde su anonimato, desde su gratuidad. Sin todas y cada una de estas personas es imposible alcanzar todo el trabajo que llevamos a cabo. Realmente, como dices, es imprescindible el corazón e implicación de estas personas para poder seguir llegando a los colectivos más necesitados.

-Como otras asociaciones benéficas y ONGs ¿Echa de menos mayor implicación o concienciación social en iniciativas benéficas?

-Nuestra base social y el apoyo que entidades públicas, privadas y empresas nos ofrecen no me hace echarlo de menos pero sí creo que es importante que la implicación y la concienciación aumenten y por eso seguimos trabajando en Madre Coraje: para mantener lo que tenemos pero también para llegar a más. Ojalá las entidades sociales no fuéramos necesarias. Ojalá alcancemos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con sus 169 metas. En ello estamos trabajando desde los colectivos sociales, pero también hace falta más trabajo en esta línea por parte de organismos públicos, empresas, ciudadanía… Hay que seguir arrimando el hombro.

-Los inicios de Madre Coraje están muy vinculados a La Salle ya que ahí arrancaron las primeras gestiones para enviar el primer contenedor de ayuda humanitaria. ¿Cree que en los colegios se debería hacer más hincapié en concienciar a los jóvenes? Hablamos de voluntariado, informar de las ONGs, situación y problemas de otros países, formas de ayudar, ect…

-Algo que no mucha gente sabe fuera del ámbito educativo es que el currículum escolar incluye muchos aprendizajes y contenidos relacionados con la solidaridad, por lo que las escuelas ya hacen, en menor o mayor medida, hincapié en estas cuestiones. Claro está, siempre se puede hacer mejor, y ahí también está presente Madre Coraje, formando y acompañando al profesorado para lograr educar a su alumnado como ciudadanos y ciudadanas globales.

-Voluntario desde 2008, ahora en la presidencia, delegaciones por toda España contenedor 500... ¿Cuáles son los retos u objetivos que se marca Madre Coraje para 2023?

El principal reto para 2023 es finalizar el proceso de creación de la Fundación Madre Coraje. Acabamos de aprobar su constitución, pero eso es solo el comienzo de un largo proceso que nos llevará a la transformación de asociación en fundación. Creemos que la personalidad jurídica de fundación es la mejor forma de preservar para el futuro todo lo conseguido por esta entidad en 30 años de servicio a los más desfavorecidos, además de aportar una mayor transparencia y seguridad jurídica en todas nuestras actividades.

-¿Qué le diría a alguien que dude si ayudar a Madre Coraje o a otra ONG?

-Tenemos mucha suerte de haber nacido en esta parte del mundo, en un entorno más propenso a poder tener cubiertas nuestras necesidades y a poder tener garantizados nuestros derechos. Por cuestión de justicia y por cuestión de empatía, debemos colaborar con las causas solidarias. Algunas personas desconfían de las entidades sociales y creo que es algo muy injusto que esa desconfianza se extienda. Hay muchos mecanismos de transparencia para que la ciudadanía pueda estar tranquila de que su apoyo está bien gestionado. Además de auditorías a las que sometemos nuestra actividad, Madre Coraje ha renovado un año más el Sello ONG Acreditada de la Fundación Lealtad volviendo a hacer explícito nuestro compromiso con la transparencia y las buenas prácticas de gestión.

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