Antonio Hernández Rodicio
España juega al Quimicefa
censo
La población residente en España aumentó en 21.012 personas durante la primera mitad del año y superó ya los 46,5 millones de habitantes a 1 de julio, con lo que se consolida el crecimiento iniciado en el segundo semestre del pasado año.
Así lo refleja la Estadística de Migraciones del primer semestre de 2017 difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que recoge que el número de extranjeros creció un 1 % hasta situarse en 4,4 millones, debido, principalmente, a la inmigración.
El saldo migratorio fue positivo de 52.926 personas, aunque un 21,4 % menor que en el semestre anterior: 237.115 inmigrantes entraron en España y 184.189 ciudadanos emigraron.
En el caso de los españoles, ese saldo fue negativo (-12.976 personas) y aumentó respecto al semestre anterior. Se produjo un ligero descenso de las personas que llegaron del extranjero y un aumento de las que salieron.
Según los datos del INE, la población de nacionalidad española se redujo en 24.355 personas y, si nos restringimos a los nacidos en España, se redujeron en 55.380 personas en la primera mitad del año.
La emigración española aumentó un 8,8 % respecto al anterior semestre, aunque disminuyó un 3,2 % comparado con el mismo periodo del año anterior. Los mayores receptores de españoles fueron Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
El incremento de la población residente se debió a un saldo vegetativo negativo de 31.905 personas (186.783 nacimientos frente a 218.688 defunciones), compensado con un saldo migratorio positivo de 52.926 personas (237.115 inmigraciones y 184.189 emigraciones al extranjero).
Los extranjeros aumentaron en 45.376 personas durante el primer semestre. Por nacionalidades, destaca el incremento en términos absolutos de los venezolanos (10.478 más), colombianos (8.370) e italianos (7.336), en tanto que los mayores descensos se dieron entre los ecuatorianos (4.746 menos), rumanos (-4.114) y británicos (-3.947).
En cuanto al saldo migratorio de la población extranjera fue positivo en los primeros seis meses del año (65.902 personas), con lo que continúa la tendencia iniciada en 2015.
Las principales nacionalidades de los inmigrantes fueron en primer lugar la marroquí, con 17.634 llegadas a España; seguida de la colombiana (15.395) y la rumana (15.300).
El volumen de extranjeros que se fueron de España aumentó respecto al semestre anterior, principalmente los de origen rumano (22.766 salidas), los procedentes del Reino Unido (13.442) y de Marruecos (11.084).
La estadística constata que durante los seis primeros meses del año, 33.028 españoles llegaron a vivir a España, de los que algo más de la mitad (19.322) había nacido fuera del país, y procedían principalmente de Venezuela, Ecuador, Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
Por comunidades autónomas, la población creció en siete de ellas y se redujo en las 10 restantes, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En términos relativos, los mayores incrementos se dieron en Baleares (0,84 %), Madrid (0,46 %) y Canarias (0,43 %), en tanto que los descensos más acusados se registraron en Castilla y León (0,50 %), Extremadura (0,43 %) y Asturias (0,41 %).
Junto a los datos provisionales del primer semestre de 2017, el INE publica hoy también los definitivos del pasado año, que reflejan un crecimiento de 87.925 personas, que prácticamente todo se produjo en la población de nacionalidad española, que registró un aumento de 85.821 personas, debido al proceso de adquisición de dicha nacionalidad.
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