Alfredo Cervantes vino desde México para hacer de ayuda de Ruiz Manuel
El mejicano es ayuda del mozo de espada del almeriense cuando torea en México y ha visto cumplido su sueño de venir a España a acompañar y ver torear a su maestro aquí. Nos visitó en Diario de Almería.
Alfredo Cervantes es el ayuda de mozo de espadas de Ruiz Manuel en México. Es familiar del hombre de confianza en aquellas tierras, Carlos Cervantes, que le empezó a meter en este oficio. Cuando Ruiz Manuel fue la primera vez a México de la mano de Luis Parra "Jerezano", tomó contacto con esta familia taurina que son una de las referencias importantes en DF. Y a partir de aquí el vínculo se tradujo en fraternal. Desde hace dos años para acá Alfredo actúa con el torero. "La relación totalmente profesional de un matador con un integrante de cuadrilla se ha traducido en un fuerte lazo de amistad y confianza". Y de esa confianza y cariño al cumplimiento de la "obsesión e ilusión por venir a España por esto del toro, porque quiero vivir de esto y para esto, aunque soy consciente de que no es un buen momento por los duros momentos que se pasan. Me hacía mucha ilusión ver y ayudar al maestro Ruiz Manuel la tarde que toreó. Un privilegio verlo en su tierra. Una experiencia totalmente diferente con la conocida en México porque allí la Monumental tiene una gran seriedad y distanciamiento y acá está en su tierra, con su gente, en su plaza. Para mí ya está pagado mi viaje. Un logro el haber podido venir a España y estar con él y haber podido contribuir un poquito".
Pero no solo queda aquí esta aventura ya que continúa porque un viaje tan largo, su permanencia en nuestro país y su manutención es cuestión cara. Y para solventarlo "una forma de ir buscando la vida es ofrecer espadas y ayudas para el toreo mexicanas pues son codiciadas por los profesionales por la calidad que tienen en materiales, resistencia, por su ligereza. Decidí traerme unas cuantas y con eso un poco costear el viaje y, fundamentalmente, tener un poco de acercamiento con las figuras de forma directa o con sus cuadrillas". Hablando de anécdotas mutuas llegamos a la conclusión de que los más grandes muchas veces son los más sencillos. Me cuenta con detalle, cómo se ha portado el mito José Tomás con él en Huelva donde recientemente toreó en mano a mano con Morante. Impresionantes las anécdotas y los gestos con el que, según he conocido por conversación reciente de tapeo en la Peña Taurina de Roquetas de Mar con los hijos del ganadero Victoriano del Río que tienen cercanía con el de Galapagar, le han oído sentenciar que "estando en México no echas de menos España y estando en España sí echas de menos México". Cordialidad y amabilidad del maestro con José Tomás que lo tiene sobrecogido. Tal es así que el único pensamiento de Alfredo Cervantes, después de haber estado con Ruiz Manuel, es acudir a Nimes para el próximo compromiso de José Tomás. Conocida la frase, dice que "independientemente que yo sea mejicano es muy bonito que alguien hable así de mi país y es un orgullo porque te hace sentirte muy querido en el mundo y aún más si así lo siente un icono del toreo. Él se ve reflejado en México por la forma de ser de la gente, por el trato, o quizá por su expediente taurino. Quizá ese sea el vínculo tan fuerte que une a los toreros con América y más con México".
CVomparando ambos ambientes, el mejicano y el español, dice que "para bien me he encontrado con el concepto de Clases Prácticas por el impulso de afición que supone al ser de entrada gratuita y del aspecto malo el que todas las ferias acaban siendo las mismas, con los mismos nombres, año tras año. Hay toreros que pueden valer, o valen mucho, que están sin hacer paseíllos buscándose la vida en otras cosas. Pienso que la crisis económica de este país no me ha permitido poder ver en toda intensidad lo que significa la Fiesta de los toros aquí". Hago énfasis para que me compare el comportamiento del público y dice "que siendo España la cuna del toreo y aquí toda la gente sabe lo que es la palabra toro mientras que en México no tiene tanta intensidad en la sociedad. Aquí el público es más exigente y siempre, o generalmente, esperan más de lo que ven ya que esa exigencia da lugar que los toreros den más de sí. Pero también a veces es seco y poco expresivo ya que aunque lo sienten lo hacen hacia adentro. Sin embargo, la afición mexicana con una tanda de seis derechazos o naturales se voltea la plaza y yo he visto gente llorando en la plaza a la segunda tanda de faena. Enrique Ponce en tarde hasta la bandera en la Monumental, antes de partir plaza suena el clarín acostumbra el público a gritar un olé intenso, y, en ese momento, las cámaras de Tv enfocan a Ponce y se le ve romper a llorar y así parte plaza, con esa impresión, durante todo el paseíllo".
Alfredo opinina sobre el toreo de su maestro y amigo. "Quizá no es un torero que pueda enloquecer a una plaza como le ocurre a toreros que llegan fácilmente con artificios. Es un maestro con una técnica depurada y allí lo respetan. Allá no he escuchado a nadie que no le llame `maestro´. En cada actuación ha tenido muy buenos momentos y ha dejado algo de él. En Almería dio tandas en las que se me iba la mente a Manzanares padre cuando agarró la muleta, se durmió en ella y se desconectó de la plaza y dijo `este soy yo´ con gran pureza y clase. Para mí el toreo de Ruiz Manuel es un toreo con una técnica depurada que con tres buenos muletazos puede dejar marcada una faena".
Alfredo Cervantes está convencido que Ruiz Manuel será de nuevo contratado para torear en México ya que el empresario no pierde la ilusión por verle cruzar la puerta grande. Y sabe que lo va a lograr. Y abriéndola "yo sé que Ruiz Manuel se queda en México todo el año". Termina alabando "la amabilidad de la gente de Almería y que me llevo el sentir en su hermosa plaza conmigo para siempre".
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