La Feria de Almería continúa avanzando y, con ella, las actividades incluidas en el programa destinadas a todos los públicos.
Para los más pequeños se ha llevado a cabo en la Rambla en la mañana de este miércoles un taller de artesanía que ha recibido a un constante goteo de curiosos y del que han formado parte tanto niños como padres, que, además de supervisar, se han implicado y ayudado.
Antonio Flores Martínez, organizador de esta iniciativa y destacado ceramista almeriense, ha explicado a Diario de Almería, las claves de este proyecto, que ya ha adquirido cierto arraigo en el cartel festivo, siendo este el cuarto año que se lleva a cabo: “Podemos decir que es algo que se ha institucionalizado y que ha tenido bastante repercusión entre la gente”, asegura.
Con el afán constante de mejorar el servicio en cada edición, este año se ha buscado llegar a más público, acogiendo hasta a 80 niños.
Para este jueves está previsto que se haga una sesión de pintado de azulejos y, por la tarde, se pondrá en práctica una técnica japonesa llamada Rakú, que versa sobre la decoración de unas piezas para posteriormente pasarlas por un proceso de cocción. “Es algo espectacular porque se cuece a mil grados, y cuando está al rojo vivo se saca del horno y se mete en serrín”, argumenta Flores, que añade que ve mucha ilusión entre los participantes.
La labor de este artesano va más allá de estas iniciativas puntuales, puesto que regenta un taller de Cerámica en Costacabana desde hace treinta años y ofrece cursos formativos por distintos puntos de la provincia.
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