Rock y heavy clásico y español. Esto fue de lo que disfrutaron, y en grandes cantidades, los asistentes que estuvieron ayer en el concierto de Rosendo y Obús en el Palacio de los Juegos Mediterráneos.

El festival comenzó a las 23:00 horas y el primero en espolear al público fue el grupo madrileño Obús, con 30 años en activo en el panorama musical.

Estos incansables heavys ofrecieron una magnífica puesta en escena con luces e incluso fuegos artificiales, aunque justo antes de comenzar tuvieran un fallo técnico con el sonido del concierto.

La canción con la que comenzó Fortu Sánchez fue Corre Mamón con la que sorprendió a los presentes con unos acordes agudos dignos de una voz curtida en el mundo del heavy.

La última canción que tocó Obús junto a parte del público que fue animado a subir al escenario por Fortu, fue Va a estallar el Obús, con la que Carlos Laguna y Fernando Montesinos, bajo y guitarra, y Carlos Mirat, el batería, finalizaron su espectáculo que provocó el fuerte aplauso de los asistentes.

Tras el espectáculo de Obús entró Rosendo a las 1:00 horas de la madrugada.

Rosendo entró al escenario siendo vitoreado por el público del pabellón que, escuchando los primeros compases del grupo, ya una tradición a la hora de comenzar sus actuaciones, animaban y luego cantaban el primer tema con el que abrió Rosendo, A veces cuesta llegar al estribillo.

El resto del festival fue rodado. Rafa J. Vegas, el bajista, interpretó una canción a la que Rosendo acompañó con coros.

El repertorio del cantante madrileño, que lleva 40 años en los escenarios, continuó con los clásicos De qué vas, Disfrutó o Flojos de Pantalón.

Tras dos avisos de abandono del escenario, Rosendo volvió para culminar con Agradecido, Maneras de Vivir, Navegando o Excelente, y así fue como acabó este festival que reunió dos de los grupos con más trayectoria del panorama español