Todas las sillas completas y con el mar de fondo. Así se inició anoche la trigésimo tercera edición del ya tradicional Festival de Folclore de la Feria de Almería, entre a acordes de la provincia y otros tantos que venían desde lugares lejanos como Serbia, Rusia e Indonesia. El público, bajo la atenta mirada de el Cable Inglés, entraba ávido al recinto en busca de sitios libres, sin apenas percatarse de que la luna iluminaba la escena y de que El Mundo entero estaba frente a ellos.

Culturas desde lugares lejanos que también estuvieron presentes en los actos y eventos más importantes del día entre los que se encontraban la Batalla de Flores, hecha para los más pequeños o la recepción de los cruceristas que llegaron ayer a la costa almeriense a disfrutar de sus festividades en honor a la virgen del Mar.

El espectáculo comenzó en las calles de Almería, siendo partícipe de su cultura, de sus bailes y vestimentas tradicionales típicas a través de un fandanguillo que encandiló al público. Los acordes que se escuchan con cada campanada que marca las horas desde la Plaza Vieja inundaron el recién estrenado recinto de Las Almadrabillas, un espacio que se encuentra entre los más visitados en esta edición 2016 de la Feria de Almería al reunir todos los conciertos gratuitos de estas celebraciones.

El viaje por el globo terráqueo continuó por Serbia gracias a un grupo que lleva participando del Festival más de 25 años. La agrupación, conformada por 39 bailarines ofreció un espectáculo cargado de locuras de movimientos y de percusión que mostraron las diferentes tradiciones de las zonas del país. Sus pasos al ritmo de una música rápida y representaciones con tono burlesco, llevaron al público hasta el folclore de Indonesia, una música acompañada por danza y teatro y que cuenta con la influencias culturales que han formado eventualmente el país. La actuación fue la a antítesis de la música Serbia pues los indonesios llegaron para transmitir tranquilidad. Con instrumentos locales de bambú, danzas muy femeninas con abanicos y trajes coloridos con tocados incluidos el joven grupo Angsana Prabala de cuatro años de andadura obtuvo los aplausos de un entregado público tras una pieza de baile en la que los artistas se pusieron de rodillas para representar su número.

La ruta por la cultura mundial finalizó en Rusia y lo hizo con piruetas y bailes en pareja que provocaron los aplausos de los almerienses. El grupo de Krasnogorsk compuesto por 6 músicos, 3 cantantes y 16 bailarines de entre 17 y 22 años. Sus coreografías reflejaron la vida y costumbres de su tierra además de sus pintorescos trajes con los que danzaron hasta el fin de la primera velada del Festival de Folclore, una noche hecha global y unos bailes que hechizaron al público casi tanto como la luna que les acompañaba al igual que lo hizo la Alcazaba y la ciudad de Almería que tras el escenario miraba cómo se sucedían las distintas actuaciones.

El evento estuvo supervisado en todo momento por la responsable del Área de Cultura y Tradiciones del Ayuntamiento almeriense, Ana Martínez Labella que confía en eventos como este para incluirlos en el programa de unas festividades que comenzaron el pasado viernes y que se están desarrollando conforme a lo previsto. La llamada "Feria de los cambios" ha incluido varias innovaciones a lo largo de los nueve días de festividades entre las que se encuentra este espacio de conciertos que acogió anoche uno de los eventos más tradicionales de las festividades, un acto que también incluye cambios entre los que se encuentra la incorporación de un mayor número de grupos internacionales.

Esta noche a partir de las 22:30 en el mismo lugar el Mundo volverá a caer rendido ante los almerienses con las actuaciones de grupos de folclore procedentes desde distintas partes del mundo: Colombia, Italia, Paraguay o el Grupo Folclórico Municipal Virgen del Mar que deleitará a los asistentes a un acto casi tan internacional como su público.