Cada año, el 24 de agosto, la Plaza Vieja es escenario del homenaje a Los Coloraos, un acto de carácter oficial al que acuden muchos políticos para salir en la foto pero que suele ser ajeno al grueso de la población almeriense. De hecho, muchos ni siquiera saben qué se conmemora ni quiénes fueron esos Coloraos. Por eso, la Asociación II Centenario de Los Coloraos ha realizado una recreación histórica donde, por primera vez, los ciudadanos han podido conocer su historia de forma teatralizada.

La escritora Carmen Ravassa Lao, presidenta de la asociación, explica que uno de los fines con los que nació esta plataforma es dar a conocer a los almerienses y foráneos "uno de los grandes hitos de su historia, que la mayoría desconoce o sabe de forma  errónea o no en toda su profundidad". Por eso, desde hace años venían pensando en hacer una recreación que llevase a las calles los hechos acaecidos en agosto de 1824, tal y como pasa en otras ciudades españolas como Málaga o Granada con el general Torrijos.

Así, este jueves tras el tradicional acto institucional, se llevó a cabo una recreación histórica con una treintena de actores, para recordar a aquel grupo de liberales que habían llegado a Almería con la misión de restablecer la Constitución de 1812 y que fueron fusilados en la madrugada del 24 de agosto.

La primera de las escenas, con la lectura de la sentencia.

"Como si una ventana en el tiempo se hubiera abierto, hemos sido transportados a una época aciaga de nuestra historia", dicen desde la asociación. La representación comenzó en la plaza Careaga, donde un grupo de actores meticulosamente ataviados con uniformes y vestimenta de la época —confeccionada específicamente para la ocasión— representaron un despacho en el que el gobernador político militar y el corregidor y alcalde mayor de la ciudad leen la sentencia condenatoria de los presos.

Un narrador ponía al público en el contexto de los hechos. Así, explicó que en octubre de 1823, Fernando VII, ayudado por el ejército de “Los 100.000 hijos de San Luis”, recuperó el poder absoluto y derogó toda la legislación aprobada en el trienio liberal, mandando ahorcar al general Riego y persiguiendo a los liberales.

Los presos, maniatados.

En esas circunstancias, un grupo de 49 voluntarios, al mando del excoronel Pablo Iglesias, embarcan en Gibraltar con destino a Almería, donde creen que cuentan con el apoyo de los liberales. Visten casacas rojas compradas al ejército inglés. Desembarcaron en una playa junto al río Andarax el 14 de agosto y se dirigen a la ciudad, donde fueron repelidos por los realistas, atrincherados en las murallas de la ciudad. Varios murieron, otros huyeron hacia las sierras cercanas, donde fueron apresados durante los días siguientes y, después, sentenciados a muerte sin haber tenido un juicio previo.

La plaza Careaga, calles aledañas y Plaza Vieja se convirtieron en un teatro en el que se representaron diversos momentos: las sentencias de muerte, comitiva de monjes, soldados realistas, presos coloraos atados de manos para después, colocados de rodillas y de cara a la pared, ser fusilados. Posteriormente, se realizó una procesión cívica, con la lectura de poesías por parte de José Antonio Olmedo y Diego Alonso Cánovas, para honrar su memoria ante el Monumento a los Mártires de la Libertad, el pingurucho, con una ofrenda floral y el canto del himno a los Coloraos, escrito por Benigno Morales (uno de los Coloraos) en su celda y con música de Diego Alonso Cánovas y orquestación de David Miralles.

Algunos de los actores de la recreación histórica.

Tras la representación hay meses de trabajo, para la confección de trajes, compra de réplicas de armas de época, elaboración del guion (de manos del historiador Emilio García Campra, Manuel Pérez Sola y Carmen Ravassa) y ensayos. Pero el resultado ha merecido la pena.

Para Carmen Ravassa, esta primera recreación histórica ha sido un éxito, tanto por el público asistente (lo cifran en unas 300 personas) como por el resultado final, que si bien les ha servido para saber qué mejorar de cara al Bicentenario, han recibido "multitud de felicitaciones de los almerienses".

Esta teatralización nace con la intención de perdurar en el tiempo. Por supuesto, se realizará para el Bicentenario de 2024, pero "si la gente quiere seguiremos con ello después", dice Ravassa. De hecho, asegura que tienen el apoyo del Ayuntamiento de Almería y la Diputación para que la representación histórica se consolide.