Cuenta atrás par echar el cierre

El público, en la antesala al fin de fiesta, se ha refrescado como manda la tradición con cerveza o tinto de verano

El mediodía sigue teniendo seguidores aunque se reduzcan los ambigús

Este grupo de amifas formado por Sara, Sandra, MArina, Nerea, Natalia, Laura y Cintia, en la Feria del Mediodía.
Este grupo de amifas formado por Sara, Sandra, MArina, Nerea, Natalia, Laura y Cintia, en la Feria del Mediodía.
Carolina Crespo

26 de agosto 2017 - 02:30

Música, risas y bailes, todo ello aderezado con unas cañas y tapas. Así se resume el espíritu de la Feria del Mediodía, que no sería lo mismo sin los ambigús, aunque de un tiempo a esta parte algunos se decantan por disfrutar del mediodía en los bares o terrazas. Será quizá por eso del aire acondicionado y evitar los sofocos.

Este año la ciudad ha contado con cinco, y aunque pocos para muchos de los visitantes que han recorrido el centro de la ciudad, y así se lo ha hecho saber a Diario de Almería, al parecer han sido suficientes para desatar una fiesta, que ni el calor no ha frenado. Ayer el termómetro coqueteó con los 36 grados.

Tras siete días de jolgorio la feria del sol echará el cierre a las cinco y media de la tarde

En la antesala a la clausura de la Feria del Mediodía han sido muchos los almerienses (un número destacado llegados de otros rincones de la provincia) que han decidieron salir a la calle y sentir en sus propias carnes una de las actividades que más tirón tienen y es que a la gente no se le quitan las ganas de fiesta ni tras el trabajo.

Decimos esto porque en la Feria se han podido ver grupos de amigos que han aprovechado la salida al mediodía del trabajo para tomarse unas cañas. También ha habido familias que llevaban tiempo sin verse y han aprovechado la feria para reencontrarse.

Sea cual sea la motivación para visitar la Feria del Mediodía esta propuesta sigue teniendo muchos seguidores que buscan disfrutar del mejor tapeo, que es una tradición made in Almería. Y es que en esta tierra a pocos disgusta refrescarse con un rebujito, cerveza o tinto de verano, siempre acompañados por una rica tapa. Tampoco a los que nos visitan que ven en el tapeo un aliciente.

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