Dulce y salado para el regreso a casa

Después de una noche de feria son muchos los que hacen una parada rápida para llenar el estómago antes de ir a la cama. La oferta es amplia. Los típicos churros con chocolate han tenido que dejar espacio a un amplio mundo de tentempiés dulces y salados. Hay para todos los gustos y bolsillos, aunque los precios suelen ser bastante asequibles por la competencia (parten desde los 2 euros y raramente sobrepasan los 5).

En el capítulo dulce se engloban las manzanas cubiertas de caramelo o de chocolate, los frutos secos garrapiñados, las gominolas, los turrones y las nubes de azúcar. Son los más clásicos, los que nunca fallan desde hace décadas en las ferias almerienses y las del resto de la Comunidad Autónoma. Algunos, como en el caso del turrón, pueden parecer más propios de épocas navideñas pero también tienen su público en festividades como ésta.

Hace unos cuantos años se incorporó a este amplio listado un dulce típico de Bélgica que también cuenta con muchos seguidores y ha conseguido desbancar a otros productos tradicionales autóctonos. El gofre, ya sea al 'natural' o recubierto de chocolate, mermelada o nata, sube el nivel de azúcar en sangre desde el primer bocado satisfaciendo al más goloso y es, además, uno de los más económicos de la feria. Seguramente por efecto de la crisis ha bajado hasta los 2 euros en algunos puestos.

Los amantes de lo salado también tienen una amplia oferta donde elegir. Hamburguesas, perritos calientes, bocadillos... uno de los más tradicionales es la patata asada. Con decenas de posibilidades de relleno, ejercita el equilibrio del consumidor que se ve obligado a sentarse si no quiere acabar haciendo uso del quitamanchas.

El 'salado' más actual es el kebab, un plato persa que se suele comer en pan de pita o en tortilla tipo mexicana enrollada, también conocida como Dürum. Su precio es más elevado que otras opciones (parte desde los 4,5 euros) pero tiene bastante aceptación y es normal ver una fila de personas esperando para comprarlos.