La Esperanza Macarena ya preside la Capilla de la Plaza de Toros tras su traslado

La Hermandad de la Macarena realizó en la noche de ayer, sábado, un acto que se ha convertido ya en tradicional en los últimos años en este inicio de cada Feria en honor a la Santísima Virgen del Mar. La corporación del Lunes Santo trasladó a su titular mariana, María Santísima de la Esperanza Macarena desde su sede canónica, la Iglesia Parroquial de San Ildefonso, hasta la Capilla de la Plaza de Toros.

A las ocho de la tarde comenzó la Santa Misa, la cual fue oficiada por el párroco de dicho templo y Director Espiritual de la citada cofradía, Antonio Romera. Poco después, tras los preparativos del cortejo, se abrió la puerta principal de la parroquia para que comenzase este solemne pero sencillo traslado de la imagen tallada por el sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque en 1988. Pasaban unos minutos de las nueve de la noche cuando la talla mariana cruzó el dintel de San Ildefonso y reviró hacia la calle Nuestra Señora de las Mercedes para continuar por la calle Acosta y enfilar la Avenida Vilches, en sentido ascendente.

La imagen fue portada por costaleros de ambas cuadrillas sobre unas sencillas andas que lucieron, aun más si cabe, el bello rostro de la Virgen de la Esperanza Macarena. El cortejo, por su parte, lo abrió la Cruz Parroquial y tras esta se situaron dos filas de hermanos y devotos portando cirio que quisieron estar cerca de su Virgen en este traslado hacia la capilla del coso de Vilches.

El traslado continuó por Circunvalación de Plaza de Toros hasta llegar al feudo almeriense. Allí aguardaban muchos cofrades y fieles que quisieron despedirse de la Señora de la Esperanza, la cual no regresará a su sede canónica hasta el próximo domingo. Después de dar la vuelta al ruedo, la imagen mariana fue llevada hacia la Capilla de la Plaza de Toros donde ya preside, y lo hará, este lugar santo por el que pasará durante estos días todos los novilleros, toreros y rejoneadores que participarán en la Feria Taurina.