Figura, espectáculo y señorío

Puerta grande para los tres rejoneadores con Leonardo Hernández, con tres orejas, como gran triunfador · Hermoso de Mendoza dio el susto de la tarde con el cuarto, tras tocar el toro a su caballo Chenel

Pablo Hermoso de Mendoza, Leonardo Hernández y Diego Ventura en el momento del paseíllo inicial frente al presidente.
Pablo Hermoso de Mendoza, Leonardo Hernández y Diego Ventura en el momento del paseíllo inicial frente al presidente.
José A. García Gonzálvez

26 de agosto 2012 - 01:00

Menos de 3/4. Toros de la ganadería Ángel Sánchez y Sánchez. Bien presentados. 1º. Negro. 522 kilos de peso. Mucha fuerza al comienzo y cabeceando . 2º. Negro. 517 kilos de peso. Muy blando y falto de fuerzas. 3º. Marrón azabache. 518 kilos de peso. Humillador y cabeceante. Mucha fuerza durante toda la tanda. 4º. Negro. 521 kilos de peso. Mucho genio y el destacado de la tarde. Cabeceador y con ganas hasta el final. 5º. Marrón oscuro. 536 kilos de peso. El mejor de la tarde. Mucha fuerza en toda la faena y mucho genio en las tandas finales. 6º. Negro sucio. 555 kilos de peso. Berraco. Con mucho genio hasta el final. Buena tanda por el pitón izquierdo. REJONEADORES. Pablo Hermoso de Mendoza 1º Rejón de muerte a la primera. Descabella con la muleta a la primera. Oreja. 4º Pinchazo en el primer rejón de muerte. Lo clava en el segundo. El caballo le muerde la cola al hecharse el toro. Oreja. Diego Ventura 2º Falla en en la primera tentativa con el rejón. Tendido a la izquierda en el segundo. Descabella desde el caballo a la quinta vez. Silencio y algunos pitos. 5º Fallon en el primer intento con el rejón de muerte. Lo clava a la segunda en lo alto. Dos orejas. Leonardo Hernández 3º Rejón de muerte a la primera en el costillar. Dos orejas. 6º Pinchazo en la primera tentativa con el rejón de muerte. Lo clava a la segundao. Oreja y petición de otra.

Última corrida de abono en el coso de la Avenida Vilchez con las tres grandes figuras del escalafón de rejoneadores presentes.

Pablo Hermoso de Mendoza, máxima figura del toreo a caballo, estuvo en su línea con el primer astado, de 522 kilos. Primeramente salió el caballo Chenel con el que Mendoza puso los rejones de castigo, algo tendidos a la derecha ambos. Con el caballo Manolete, el líder del escalafón puso las banderillas largas y dio una lección de clase, templanza y estilo domando al caballo.

Posteriormente fue el turno del caballo Viriato, un ejemplar grisáceo, con el que Mendoza colocó dos nuevas banderillas largas. Con Pirata, Hermoso de Mendoza colocó las tres banderillas cortas y levantó al público de sus asientos tras llegar a tocar al astado con su codo. Con el mismo corcel cogió el rejón de muerte y lo clavó a la primera. Pablo Hermoso tuvo que bajarse del caballo para descabellar con la muleta en mano. Consiguió una oreja con petición de la segunda por parte del público.

Un morlaco de 517 kilos fue el que tuvo que lidiar el portugués, afincado en Sevilla, Diego Ventura, primero del escalafón en 2011 con 103 orejas y 5 rabos. Con el caballo Buena Libra puso los dos rejones de castigo. Luego fue el turno de Nazarí, su caballo estrella, con el que puso las banderillas largas. El corcel azabache puso el espectáculo a la tarde con sus giros, quiebros y movimientos, además de quedarse a dos patas empinándose hacia el toro. Luego sacó a Carlita, con el que puso dos banderillas largas más y levantó las tiras del público cuando se agachaba sobre el albero a una pata.

Con Remate, Ventura se exhibió en la Plaza almeriense tras subirse el caballo en las tablas del burladero encarándose hacia el público. El portugués puso las banderillas largas a dos manos, sin sostener las riendas y con quiebro incluido de Remate. Diego Ventura sacó a Pegaso para poner el rejón de muerte, que falló a la primera pero lo clavó a la segunda. El sevillano de adopción tuvo que descabellar, desde el caballo, fallando en sus primeros intentos, con los que echó a perder la magnífica faena. A la quinta, el toro se fue al suelo.

El tercero de la tarde fue para el joven Leonardo Hernández, que derrochó señorío por los cuatro costados. El primero en entrar en escena fue Caireles, con el que el de Badajoz puso los rejones de castigo.

Templario fue el siguiente en entrar en escena. Con él, Hernández puso las banderillas largas e incentivó a los aplausos del público tras poner las banderillas a dos manos y tres cortas al violín.

Leonardo Hernández sacó a Humorista para poner el rejón de muerte sobre el astado, que clavó a la primera consiguiendo dos orejas.

En el cuarto de la tarde, tras la respectiva merienda ya tradicional en el ruedo de la Avenida Vílchez, Hermoso de Mendoza volvió a deleitar al público con su arte hecho figura. Más de 25 años derrochando elegancia en todas las plazas le avalan. Barrullo fue con el que comenzó la faena, con los dos rejones de castigo.

El siguiente en enfrentarse al morlaco fue Chenel, que dio el susto de la tarde en la tanda de banderillas largas, tras llegar el toro a tocar al caballo por la parte derecha trasera. Gracias a dios, todo quedó en un susto.

Mendoza sacó a Dali para el turno de banderillas largas, con el que se hartó de dar giros delante de la cara del toro. Pablo Hermoso puso las tres banderillas cortas con Pirata, por el pitón derecho. Con el rejón de muerte, el navarro no estuvo acertado a la primera, pero mató a la segunda, pegándole el caballo un bocado a la cola del toro. Una oreja, y petición de la segunda, obtuvo de su segundo de la tarde.

Diego Ventura salió a por todas en el quinto, buscando la puerta grande a toda costa. Girasol fue el primero en actuar frente a un astado de 536 kilos que salió con mucha fuerza. Con éste, el portugués colocó los dos rejones de castigo. Pero el espectáculo llegó de la mano de Pegaso, con el que colocó las banderillas largas. Cheque, un caballo que se arrodillaba y alargaba su pata izquierda a la vez, sirvió para que Ventura colocase las banderillas. Con Carlita, Ventura puso tres rosetones y clavó el rejón de muerte a la segunda, concediéndole dos orejas por la faena.

El último de la tarde, el más pesado con 555 kilos, salió con mucha fuerza al coso. Leonardo Hernández lo recibió en la misma puerta de toriles con su caballo Nubladero, con el que colocó ambos rejones de castigo. En el turno de las banderillas largas, el corcel estuvo magistral con los quiebros al toro. Chalope fue el caballo con el que colocó las tres banderillas cortas al violín.

Humorista fue el caballo con el que Leonardo le puso la rosa al toro. Hernández falló a la primera con el rejón de muerte pero lo clavó en el segundo intento. Una oreja y petición de la segunda fue el balance de la faena.

Finalmente, los tres rejoneadores salieron por la puerta grande del coso almeriense.

stats