Feria

Nadie se puede ir del Recinto sin un peluche gigante bajo el brazo

  • Los muñecos de las tómbolas y juegos de puntería son los más deseados por los infantes que asisten a las veladas festivas

La jornada de ayer dio para mucho. Miles de familias se acercaron al Real para seguir disfrutando de estos intensos días de alegría y festejos.

A lo largo de la noche y en los días precedentes se pudieron ver al rededor de los quioscos de juego largas colas de niños que esperaban con entusiasmo su turno para conseguir su peluche favorito. Dardos, pistolas, arandelas, balones o tómbolas son algunos de los conocidos métodos con los que los peques consiguen los juguetes de moda. Algunos de ellos, los más tímidos, no quieren probar suerte y dejan que sus padres o hermanos mayores traten de conseguirles el premio de sus sueños, ese que desean con todas sus fuerzas.

Hay recompensas para todos los gustos. Muñecos de distintas texturas, formas y colores cuelgan del techo y las paredes de los puestos de los feriantes pidiendo a gritos ser elegidos por algún afortunado benjamín que lo lleve a su nuevo hogar. Aunque los años pasan y las generaciones cambian, los premios más deseados continúan siendo las serpientes y lagartos gigantes que se han vuelto los grandes rivales de los dibujos infantiles más actuales.

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