Toros

Pablo Hermoso y la mujer del otro

Feria de la Virgen del Mar. Ganadería: Se lidiaron seis toros  de  Sánchez y Sánchez, de buena presencia y que desarrollaron movilidad, temple y nobleza. Destacó por encima de todos el excelente son que tuvieron 1º y 4º , donde Hermoso invitó en la vuelta al ruedo al mayoral de la ganadería. REJONEADORES: Pablo Hermoso de Mendoza, saludos; dos orejas en el cuarto de la tarde. Leonardo Hernández, saludos; dos orejas en el segundo de su lote. Manuel Manzanares, oreja;  saludos en el que cerró feria.INCIDENCIAS: Plaza de toros Almería. Un tercio de entrada en tarde de calor. Hermoso y Leonardo salieron a hombros al finalizar el festejo. Marcos Rubio, rubricó su última actuación como presidente de la plaza almeriense.

 

LE espetó un compadre a otro por lo bajo,  "Oye, ¿tu mujer está buena?". El otro le contestó "¿Compará con quien?".

Pues eso, que ¿con quien compara Pablo Hermoso de Mendoza su rejoneo y su clase, actualmente?. En el festejo de ayer, con nadie. Ni por cuadra, ni por magisterio. Leonardo sólo por pundonor.

¿Quien le hace competencia?. Ventura, anda a la gresca con el navarro y al final quien se resiente en plazas y ferias importantes, Almería lo  es sin lugar a dudas, es el espectáculo y la Fiesta, así que a ver si acaban de una vez con esta vaina y se acuerdan de los aficionados.

Dicho sea de paso, que la doble salida a hombros  de ayer la regaló el palco. Sobraron tres orejas, al menos desde la humilde opinión de quien esto firma.

Una de Manzanares, otra de Pablo Hermoso y otra de Leonardo.  Lo cual no quiere decir que no se viera toreo a caballo ayer en el coso de la Avenida Vilches, porque sí lo hubo.

Lo que hubo también fueron bajonazos alevosos por tal de asegurar trofeos, y eso no es. Y eso que a Manzanares se le atravesó el último tercio porque si no también se hubiese ido a hombros de los capitalistas.

Pablo Hermoso tiene por otro lado una cuadra muy consolidada, en la que un caballo, Disparate, marca diferencias con lo que otros hacen. Cambia la grupa galopando a dos pistas por los adentros y eso le da una espectacularidad y una vibración muy especial al rejoneo del navarro.

Lo inventó en la feria de Huelva, lo reafirmó en Bilbao y lo volvió a cuajar ayer en Almería frente al toro más noble del buen encierro de Sánchez al que no cortó nada por fallar con los aceros.

Volvió a reafirmar en el cuarto quien es el que manda en esto. ES una autentica delicia verle parar y templar a los toros, conquistar terrenos, apaciguar querencias. En maestro, acariciando, ¿que es si no el toreo?, la lidia . Con Manolete pintó de arte la tarde, citando muy en corto, casi en la misma cara del toro.  Pablo está enamorao del rejoneo. Está borracho de toreo y lo suelta a lomos de una inmensa cuadra de caballos. El único lunar de su actuación en el cuarto, ese rejonazo en los blandos.

Leonardo Hernández cumplió con holgura en su labor frente al segundo de la tarde, un toro que tuvo buena clase con el que el rejoneador estuvo aseado y cumplidor aunque falló en algunos pares de rehiletes. estuvo mas espectacular que efectivo. Descordó al segundo intento con el rejón de muerte y saludó desde el tercio. Con más garra y vibración Leonardo se entendió con el quinto al que templó y enganchó con clase, llevando la faena al culmen cuando por los adentros le recetó una preciosa trincherilla a caballo. El remate de dos grandiosos pares a dos manos llegándole de frente desde la otra punta de la plaza, y otro con las cortas al violín, relanzaron una faena que quiso responder al triunfo del cabeza de cartel.

Manuel Manzanares le cortó una fácil oreja a su primero después de una faena muy discreta de ejecución donde lo que mejor definió la oreja conseguida fue la rápida muerte del astado.  Lo mejor de Manzanares llegó  en el sexto de la tarde al que cuajó una lidia con más sentido, menos carreras y mas templanza que en su primero.

Preparó con mas empaque las suertes y dejó dos rejones de castigo en una perra gorda. Llegó el susto cuando su caballo resbaló y perdió los cuartos traseros, aunque se rehizo bien. Después, un par a dos manos y  todo predispuesto para poder cortar una oreja que le hubiese dado la Puerta Grande pero no le encontró la muerte al toro y  se conformó con saludar. De cualquier forma, aun en su bisoñez como torero a caballo Manzanares mostró siempre dispuesto a clavar al estribo y en lo alto.

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