Retazos de historia sobre dos ruedas

La Exposición de Motos Vespa y Clásicas ha atraído a curiosos de todas las edades que quieren recordar tiempos pasados · En la colección hay marcas como Ducati o Guzzi

La Asociación Moto Vespa y Clásicas de Almería cuenta con medio centenar de socios.
V. Hernández

24 de agosto 2012 - 01:00

Como cada año, un centenar de motos clásicas han impregnado de historia la ciudad. En esta edición, la décima capitaneada por la Asociación Cultural Motos Vespa y Clásicas de Almería, el escenario ha sido la Plaza Vieja. Desde las 10:00 horas de la mañana de ayer muchos curiosos han visitado la exposición para recordar un pedazo de su pasado o para conocer de primera mano las joyas del motor que con tanto mimo restauran los amantes de las dos ruedas.

El presidente de la asociación, Gabriel Cobos, lleva toda su vida pegado a estos vehículos. "Casi toda la colección" que se presenta es suya y la cuida con esmero. Y es que las restauraciones las ha hecho él mismo a excepción de la pintura. "Poco a poco", con paciencia, esmero y echando mano de sus ahorros ha ido devolviendo la vida y la voz a clásicos de años pasados. Cada uno encierra su particular historia y Cobos las desvela sin titubear. Recuerda cada una como si hubiera sido ayer. "Aquella Isomoto tiene 60 o 65 años", cuenta señalando una de las piezas más atractivas de la colección. "Perteneció al obispo Alfonso Ródenas, y la han llevado muchos curas para ir a dar misa de pueblo en pueblo. También era la típica moto que usaban los lecheros para repartir".

A escasos metros se aparca una Velosolex Orbea, "una especie de mosquito que usaba la Guardia Civil para hacer las patrullas". También hay un sidecar ruso de la II Guerra Mundial. "Cuentan que unos representantes de una empresa almeriense fueron a llevar un cargamento de pollos a Rusia y cuando llegaron nos les pagaron. Les dieron 10 o 12 sidecar, éste es uno de ellos, modelos que hicieron allí copiados de los alemanes".

Casi todas las marcas que se exponen son de licencia extranjera y fabricadas en España. Vultaco, Ducati, Guzzi... son algunas de las más renombradas y admiradas. Muchas de ellas suelen estar "abandonadas en garajes y cortijos". Los miembros de la asociación las rescatan de una muerte segura a manos del olvido y las hacen rugir de nuevo. "No hay un cálculo exacto para este tipo de restauraciones pero de 3.000 euros no baja". Después pasan a formar parte de la exposición itinerante que recorre las fiestas de la capital o pueblos como Benahadux, Rioja o Gádor. Y es que solo rodando pueden volver a la vida.

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