Hay tardes en las que aflora de manera especial el sentimiento y el orgullo de ser almeriense, y el orgullo de tener un paisano como figura del toreo. Ayer, desde luego, lo demostró y puso la Plaza en pie para rendirle los honores que se ganó a pulso, con temple, con sabiduría, con valor y con arte. El triunfo aún pudo ser mayor si no hubiera fallado el estoque en el primero, pero la puerta grande se abrió para él -también para el Juli- y durante mucho tiempo se recordará y se revivirá en las tertulias taurinas de aficionados esos bellos momentos que el maestro nos brindó.

El paso de los días de feria y del abono se va notando en las caras y en los cuerpos de quienes trabajan cada tarde para que el festejo se desarrolle perfectamente. Uno de esos protagonistas es José Tudela, alguacilillo de la Plaza desde hace 29 años; 'ya huele!, afirma, antes de montar su caballo, mientras los picadores de los tres espadas conforman junto a los monosabios una bella estampa. En ese momento entran otros maestros, en este caso del balón, como son Juanma Ortiz -con quien comparto su tierra natal, Guardamar del Segura- y Natalio. ¡Suerte en esta nueva temporada!

En su barrera del 1 están Leticia Muñoz y Pablo, fieles a su cita de cada tarde. A su lado, un pequeño remolino de gente rodea a la cantante andaluza María José Santiago, pero mi gran alegría se produce al saludar al teniente coronel Vicente Pro -¡a tus órdenes- y a su mujer Paqui García, a quien felicito por su flamante nombramiento como secretaria general de la Federación Española de Mujeres Directivas y Empresarias. Gracias por esa riquísima merienda, Paqui. Un poquito más arriba también está el teniente coronel Pugnaire, presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Almería.