Feria

Toboganes, agua y espuma, en el fin de fiesta más refrescante

  • Decenas de niños disfrutan de una de las actividades más demandadas del programa festivo. 

Una niña se dispone a caer a la piscina en la que desembocaba uno de los toboganes habilitados en el Paseo Una niña se dispone a caer a la piscina en la que desembocaba uno de los toboganes habilitados en el Paseo

Una niña se dispone a caer a la piscina en la que desembocaba uno de los toboganes habilitados en el Paseo / David García

La semana grande de la capital toca a su fin y en ella no podía faltar uno de los reclamos que levanta más expectación entre los almerienses y visitantes, sobre todo entre los más pequeños. Se trata de la fiesta del agua, que cada año hace del corazón de la ciudad un improvisado parque acuático y que congrega a decenas de niños ataviados con sus bañadores y dispuestos a pasar una refrescante jornada cargada de diversión.

Tres fueron las atracciones habilitadas al comienzo del peatonalizado Paseo de la capital para hacer las delicias de los jóvenes participantes: dos toboganes deslizantes y una pequeña piscina destinada a los niños y niñas de menor edad, que en todo momento estuvieron supervisados por los monitores allí presentes y por sus padres y abuelos, que no dudaron en inmortalizar el momento con sus teléfonos móviles.

Desde que la actividad diera comienzo de forma oficial a las 11:00 de la mañana, el goteo de personas que se sumaron a ella fue constante. Algunos ya conocían el momento de su celebración al haber consultado el programa de Feria; otros, al ver el revuelo causado, no dudaron en volver a casa y vestirse para la ocasión. Rafael Ceballos, uno de los padres que acompañó a su hijo a que disfrutara de esta acuática actividad, aseguró que los niños “disfrutan y se lo pasan muy bien”.

Debido a la alta demanda de la actividad, se produjeron largas colas Debido a la alta demanda de la actividad, se produjeron largas colas

Debido a la alta demanda de la actividad, se produjeron largas colas / Javier Alonso

Por su parte, Mari Carmen González, que estuvo junto a sus nietas, hizo alusión al rotundo éxito que ha cosechado la oferta festiva en el centro de la ciudad a lo largo de esta semana. “Este año los niños prefieren la Feria de la mañana a la de la noche, disfrutamos mucho y no nos perdemos nada”, explicó.

Para garantizar que no ocurriera ningún percance y que la jornada siguiera los cauces establecidos, un equipo de monitores velaron por la seguridad de los pequeños y, además, fueron responsables de la animación, con canciones y arengas que proferían desde el escenario. Juan López, uno de esos animadores, atendió a Diario de Almería para dejar sus impresiones acerca de esta labor: “Nuestro trabajo consiste en hacer animación con los niños, llevamos toda la semana haciendo diferentes actividades y, en este caso, toca la fiesta del agua”. Uno de los puntos del plan de Feria que mejor acogida tiene, cuenta López: “Hace calor y apetece disfrutar de estos días en el agua”.

Para terminar la jornada, tuvo lugar una fiesta de la espuma que llenó el corazón de la capital de música y juegos acuáticos para toda la familia.

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