Feria

"La afición de Almería está dividida y eso no es bueno"

  • Colaborador cercano en la elaboración del Reglamento Taurino de Andalucía, tiene la responsabilidad de proponer la resolución de los recursos de alzada en materia taurina

Aficionado sabio pese a su juventud, por conocimiento referencia imprescindible en la interpretación de legislación taurina, blogero incansable y unos de los embajadores con clase y señorío de su Almería natal en su adoptiva Sevilla. De la variada estirpe Pérez-Company. Fue Jefe del departamento de régimen sancionador de la Dirección General de Espectáculos Taurinos de la Junta de Andalucía y vivió muy de cerca la elaboración del Reglamento Taurino de Andalucía.

"Mi afición viene de familia. Mi abuelo, Paco Pérez, era médico de la plaza de toros al pertenecer al equipo de Dr. Domingo Artés y trasmitió la afición a sus cinco hijos. Mi padre me la inculcó desde pequeñito llevándome a ver toros a la plaza de la avenida de Vílches. Él tenía un programa taurino y retransmitía las corridas con Vicente Zabala en la feria. Sí tuve como todo aficionado intenciones toreras pero no el valor suficiente. Toreo de salón y en el campo cuándo puedo con mucho miedo. Al irme a Madrid a estudiar derecho y me arrimo al Aula Taurina de la Complutense, foco importante de divulgación de la cultura taurina, y con mi amigo Alberto Gutiérrez nos hicimos de la andanada del 7, abono joven que la Comunidad de Madrid promociona a bajo precio que nos costaba doce mil pesetas ver toros todo el año. Estudio las oposiciones durante dos años y me destinan en Sevilla. Estoy desde entonces, 2001, en la Conserjería de Gobernación, que lleva la competencia taurina en Andalucía. Ahora estoy de Jefe de Servicio de Legislación que resuelve los recursos de alzada de esta materia. Conozco las potestades administrativas de la lidia".

Casado con una sevillana y a la espera de su segundo hijo se siente "un almeriense muy sevillano". Al igual que con su llegada a Madrid, en la capital hispalense busco el meollo taurino y conoció a gente muy aficionada. "Hemos formado la Tertulia Taurina El Porvenir de la que soy secretario. Tengo la suerte de compartir trabajo y ocio".

Y desde sus vivencias afirma que "la afición de Madrid es técnicamente purista y torista. La de Sevilla, más torerista, de fervor y pasión dónde da gusto y es un placer ver toros, con un respeto enorme al que se pone delante, con sabor campero porque sabe cómo se comporta el toro. La similitud entre Sevilla y Almería es que la afición lo aguanta todo. Aquí la afición está dividida por sectores y para una ciudad como Almería no es bueno. Tenemos que unirnos hacia el mismo criterio y saber lo que queremos. Las peñas van a su ego personal y a hacer las actividades más grandes que la otra, con un discurso diferente con la empresa. Las reuniones que hay no sirven para nada. Hay que confrontar en vez de enfrentar. En Sevilla, excepto la de Camas de Curro, no hay peñas. Hay muchas Tertulias sin confrontación. Habría que hacer actos comunes bien organizados.

Al abordar la esencia del reglamento andaluz, copiado por el vasco y valenciano, dice que "le da cierta flexibilidad a los matadores durante la lidia pero no se aprovechan los quites y se redujo puya y peto y tampoco vemos tercio de varas importante. Otras virtudes no se aprovechan. Hay que ser consciente que 17 reglamentos taurinos en España puede ser visto como una temeridad porque la lidia debe ser única e inseparable en todo el Estado. Esto es un defecto. Eliminar una palabra fundamental como es trapío y verla desde el punto de vista del prototipo racial está derivando hacia el caos en el informe veterinario ". Cultura, defensa de la integridad, etc. dieron para más espacio. Otra vez será.

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