La alegría inunda la tradición de ir de cañas y tapas

La alegría inundó el fin de fiesta en una jornada que fue inolvidable para los miles de ciudadanos que visitaron ayer la Feria del Mediodía. Los almerienses se echaron a la calle para despedir su Semana Grande y no dudaron en irse de cañas y cervezas para apurar el último día de la que es la gran fiesta de la gastronomía y la diversión. El bullicio se apreció desde primera hora en la jornada de clausura gracias a calles concurridas y ambigus y bares llenos.

El ambigú del restaurante La Tahona contó en su jornada de clausura con una elevada afluencia de visitantes, que decidieron compartir, saborear y disfrutar del auténtico tapeo en la Plaza Vieja. La barra de este ambigú, bajo las órdenes de Mariano Ramírez, gerente de La Tahona, fue un ir y venir de tapas con sus correspondientes bebidas hasta bien entrada la tarde. Los camareros, sin perder la sonrisa, atendieron complacientes a todos los clientes que despidieron la fiesta a plena luz del sol en este emblemático espacio del casco antiguo de la capital, que hay que recordar fue el escenario en el que se originó la cita con el mediodía.