En esta vida pocas cosas, por no decir ninguna, hay mejor que pasar un buen rato en familia. Al fin y al cabo son las únicas personas que nunca te van a acabar fallando. O así lo dicen los cánones. Y eso hicieron los más pequeños en la noche de ayer. Acompañados de sus padres y en muchos casos de sus tíos, abuelos o primos disfrutaron por segunda noche consecutiva del Recinto Ferial.

Era verdaderamente bonito ver las escenas familiares que tenían lugar dentro de la zona dedicada para la Feria. Varias generaciones de una misma estirpe paseaban entre risas y bromas. Las celebraciones sirven, en gran cantidad de ocasiones, para que una familia se reúna y estos festejos de la Virgen del Mar no hacen la excepción.

Abundantes también fueron los grupos que primero se dieron cita en el Almería-Leganés y después se pasaron por el Real para festejar el primer triunfo del equipo de Sergi Barjuán en la división de Plata. Tampoco faltaron los tradicionales obsequios conseguidos en los puestos de los feriantes. Se llevaron la palma los artículos de globofexia, un arte que siempre sorprende a pequeños y mayores, y las enormes serpientes de peluche que adornaban los cuellos de los 'enanos'.