L os escasos pétalos rojiblancos dejaron un claro rastro por las calles del centro de la capital. Desde Puerta Purchena hasta el Anfiteatro de la Rambla pasando por el Paseo de Almería, Artés de Arcos, calle Altamira o la Avenida Federico García Lorca , la tradicional Batalla de Flores paseó ayer, como cada año, a miles de pequeños almerienses. Algunos, subidos en sus carrozas llevaban puesta, además de lunares y trajes de flamenca, la mirada y sonrisa especial que caracteriza los mejores momentos de estas celebraciones en honor a la Virgen del Mar.

Y es que los menores fueron de nuevo, las estrellas de un acto en el que cada año participan más familias, muestra clara de ello ha sido el incremento del número de carrozas de 12 a 21 de las que 9 tenían motivos infantiles y 12 hacían referencia a las tradiciones de la provincia de las cuales 3 contaban con la presencia de mujeres y niñas vestidas con trajes del folclore almeriense.

También tuvieron especial importancia en el acto, por supuesto, los 20.000 claveles que se lanzaron ayer desde los mágicos carruajes y que pintaron la capital de los colores de la provincia o los 7 grupos pertenecientes a la 33 edición del Festival de Folclore entre los que se encontraba Colombia o Indonesia además los 300 figurantes que disfrazados de los personajes infantiles del momento o de los gigantes y cabezudos que acompañaron a los niños durante el viaje.

Sin olvidar los 25.000 rollos de serpentina, 7,5 kilos de confeti y 48 cañones de papeles, así como un pasacalles de flores gigantes, el acto se desarrolló sin incidentes y con alguna que otra novedad.

Entre todas las carrozas destacó una por lo innovador e importante del acto; la carroza con motivos marineros bautizada como 'María del Mar' en cuyo interior se encontraban 12 niñas de entre 7 y 12 años ataviadas con la indumentaria tradicional de la provincia y que fueron seleccionadas gracias al concurso puesto en marcha a través de redes sociales como el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del consistorio dirigido por Ana Martínez Labella. Las pequeñas confesaron que les encantó lanzar los claveles al aire y que a pesar de los nervios previos y de no conocer a ninguna de sus compañeras lo estaban pasando genial.

Una contienda mágica acompañada por los acordes de la Banda Municipal de Música y sin más armas que la flores que se lanzaron desde las 21 carrozas que participaron el tradicional evento del Lunes de Feria, un acto hecho para las familias y, sobre todo, para los más pequeños que vestidos con lunares reparten sonrisas y miradas cómplices a sus padres y familiares que les miran orgullosos desde las calles.

Carrozas para el recuerdo de un año y momentos que se convierten en costumbre, una costumbre que comenzó ayer pasaras las 19:30 horas en Calle Granada y que continuó llevando la alegría a toda la ciudad el tiempo suficiente para que todos quedaran contentos.