Una forma de endulzar los toros
Las confiterías almerienses han trabajado duro estos días para elaborar la merienda de los tendidos. Capri, La Dulce Alianza y El 11 de Septiembre cambian con sus dulces y salados el sabor de los festejos
Almería inventó la merienda taurina y tiene todo el derecho del mundo a vivir de ello. La capital cuenta con varias confiterías que varios días antes de que comience la feria tienen que doblar e incluso triplicar su volumen de producción. Negocios como Capri, La Dulce Alianza o El 11 de Septiembre llenan sus escaparates de dulces y salados que derriten el paladar de cualquiera. Además, se esmeran y los decoran con figuras y pasteles con la simbología de esta Feria Taurina o incluso con el cartel diseñado para la edición actual. Capri, que lleva casi 40 años dedicada al oficio en Almería, cuenta, por ejemplo, con dos tipos de merienda, la standard y otra a medida.
En la primera entra un surtido de medias lunas rellenas y aperitivos saldos y dulces. En la segunda se pueden variar los aperitivos. Eso sí, todo va bien acompañado de un buen vino, normalmente fino. David Amate Di Pietro la controla desde hace aproximadamente 30 años. Sus trabajadores tienen han tenido que madrugar, y mucho, durante los días previos a la feria para que todo este listo. Él mismo nos cuenta que la crisis está pasando factura a este negocio incluso en fiestas, pero no se queja, los almerienses son buenos consumidores de pasteles. En esta semana de feria, las pastelerías almerienses más concurridas duplican su producción. El verano es sin duda un buen mes para el negocio gracias a la festividad de la Virgen del Mar.
Más de 50 años lleva La Dulce Alianza horneando, gratinando y decorando sus postres. Bollitos, bizcochos rellenos, salados, dulces, pastas de almendras y canapés ahumados están dentro de su catálogo. Sus trabajadores han tenido que enfundarse el mandil desde las dos de la madrugada para que cada producto y el más mínimo detalle sepa como siempre, y es que el sabor de esta confitería es un claro ejemplo de que Almería sabe cocinar como ella sola. Esta tienda siempre se ha preocupado por el aspecto que ofrece su fachada al paseo, ese es motivo suficiente como para decorar sus escaparates con todo tipo de detalles. Desde tartas decoradas como si fueran una plaza de toros hasta botellas decoradas para la ocasión al estilo flamenco.
Habrá muchos que decidan ir a la merienda taurina cargados con alimentos directos de su frigorífico. Es imprescindible estar en la posesión de un buen bocadillo, pero todo almeriense sabe que el postre es imperdonable cuando se acude a los toros. En palcos, asientos de sombra y de sol, siempre hay un saladito.
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