Los hinchables desatan la locura entre los más jóvenes

Gran despliegue de colchonetas en la Caseta Infantil.
Jesús Noguera

3los niños, 26 de agosto 2015 - 01:00

Aunque en la noche anterior habían gastado mucha energía, en la mañana del martes los más pequeños no mostraban ni un ápice de cansancio sobre las colchonetas que había montadas en el interior de la Caseta Municipal Infantil. Saltos y más saltos que irradiaban energía por sí solos. El despliegue de hinchables para los más pequeños era espectacular. Los jóvenes disponían de los dos castillos tradicionales, los habituales de todas las ferias de los pueblos, y además tenían el añadido de una colchoneta con una malla por los lados para poder saltar "hasta el infinito y más allá". Pero el gran éxito no fueron las descritas anteriormente. El foco de todas las miradas era el toro mecánico instalado en la puerta del recinto. Este dispositivo controlado por uno de los monitores fue la atracción más visitado por los asistentes. Existía una especie de competición no escrita entre los más pequeños que luchaban por conseguir la 'medalla' del chico o la chica que aguantase más encima del toro. A pesar de que había algunos que aguantaban más de lo previsto, el animal siempre salía vencedor de una batalla que ya había ganado antes de empezar. Eso sí, aunque acumulaban la tristeza de haber caído, ninguno de los presentes pedía repetir y respetaba el turno del siguiente. Un ejemplo de educación por el que sus padres merecen el reconocimiento.

Además de los servicios comentados, los menores también podían disfrutar de una serie de juegos más populares que también que también tuvieron una gran notoriedad en la mañana del martes. El tiro con arco y las raquetas se llevaron la palma en este apartado. Por su complejidad para ellos, estas dos actividades fueron a las que más tiempo dedicaron los mismos. El tradicional juego del circuito de chapas y la archiconocida pesca de peces de goma eva, que aún sigue sorprendiendo a todos los niños, completaron el repertorio de juegos disponibles para los más pequeños.

Los menores del lugar, niños de edad inferior a tres años, volvieron a disfrutar en su zona particular, siempre tutelados por un mayor. La colchoneta perpetuamente frecuentada, al igual que el puzzle han sido los grandes aciertos de la organización. El elemento que añadieron ayer fue unas bolas de plástico gigantes con las que los más pequeños no dejaban de saltar, a la par que mostraban su perplejidad por el gran tamaño que poseían. ¡Si incluso eran más grandes que ellos mismos!

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