Cuando los nardos ya son perfume

ALMERÍA huele ya a nardo abierto y a procesión de su patrona. Atrás han quedado esos días de trasiego hasta el coso de la avenida de Vilches para enjaretar sobre el papel la crónica de una feria que hoy alcanza su última etapa con este balance en el que por encima de muchas cosas brillantes resalta una inspirada, inédita y desde luego torera y valiente faena de Alejandro Talavante en la segunda corrida del abono. El extremeño arrebató de forma muy especial al público aprovechando la bravura y buen son de un excelente toro de Zalduendo, rompiendo definitivamente la tarde en detrimento de Morante, que no tuvo lote, y de Castella que perdió trofeos por culpa de la espada.

Un triunfador más había añadido a la feria el mano a mano que abrió el abono ya que Francisco Torres Jerez le cortó tres orejas al lote de Benjumea, una corrida justa de raza y sobre todo de fuerzas pero de impecable presentación. Triunfó Torres Jerez y Ruiz Manuel firmando una gran faena al tercero de una tarde donde faltó público en el tendido.

De buen recuerdo quedan también en esta feria 2015 una faena de Ponce, llena de magisterio y de suavidad a un buen toro de Garcigrande premiada con las dos orejas, la misma tarde que Miguel Ángel Perera cuajara otra de las grandes faenas de esta feria a un buen toro de Cuvillo. El extremeño completó su tarde convirtiéndose el máximo triunfador de un festejo en el que Manzanares se fue de vacío.

El postrer festejo de rejones arrojó, desde la bondad de un tendido agarrado a las pocas oportunidades que daba una tarde de toros mansos, una nueva Puerta Grande protagonizada por Leonardo Hernández y la joven amazona Lea Vicens.

Junto a todo ello está el triunfo de los más jóvenes la tarde inaugural de la feria con Sergio Roldán, Juanito y Toñete como destacados de un tarde en la que otro almeriense, Magaña mostró sus progresos ante una plaza repleta de público, precisamente una de las asignaturas pendientes de esta feria 2015.