Punto de encuentro Los vehículos rodearon a la escultura del ilustre político alhameño Nicolás Salmerón

La ruta de motos antiguas recorre la historia

  • La Puerta Purchena acogió la clásica concentración que se celebra todos los años y los protagonistas transitaron por Retamar, Costacabana y El Alquián, entre otros rincones

Clásicos del motor de distintas épocas, con diferentes historias y con un valor sentimental incalculable. La Puerta Purchena acogió ayer, a las 10:00 horas, la tradicional Concentración de Motos Antiguas Ruta Feria de Almería que conmemoró la edición número catorce con más de 60 vehículos.

A primera hora, la escultura del ilustre político alhameño Nicolás Salmerón fue rodeada por los distintos modelos de motos que iban llegando al espacio de donde iban a salir. La concentración estuvo organizada por los Amigos de la Moto Antigua de Almería.

Durante una hora permanecieron en la Puerta Purchena y, a las 11:00 horas, la salida se hizo efectiva con el siguiente itinerario: Paseo de Almería, Reina Regente, avenida Cabo de Gata, Costacabana, Retamar, plaza del Mar, El Alquián, La Cañada, Los Molinos (donde hicieron una parada), carretera de Ronda, Cruz de Caravaca, calle Granada, La Gloria, Rambla Federico García Lorca, Rambla Obispo Orberá y Puerta Purchena.

Todos los participantes en la ruta recibieron un trofeo. Después del recorrido, los motoristas se acercaron a Rioja para almorzar.

Esta junto a la de Navidad se conmemoran como una ocasión especial: "Sólo dos días al año dejamos que los coches nos sigan en la concentración y en Feria es una de las veces", señala Amelia Cano, mujer del presidente de los Amigos de la Moto Antigua de Almería.

Una de las motos que más atrajeron a los asistentes de la concentración fue la BSA de 1918. "Para comprar esta moto tuve que vender diez de las que tenía. Es un capricho. Ni fumo, ni bebo. La vi por internet en una exposición y decidí conseguirla. Los dientes los eché encima de las motos", recuerda su dueño Antonio González.

Otra de las sensaciones que se pasearon por la capital almeriense fue la Zündapp KS 750. "La adquirí hace un par de años. Es de la Segunda Guerra Mundial. El casco es una réplica, pero la moto es original", explica Antonio Magaña, que vino desde Huércal de Almería.

Los participantes de la concentración de motos recibieron un pañuelo de los Amigos de la Moto Antigua y disfrutaron de un día de convivencia donde a alguno de los presentes le costó durante un rato que su vehículo se pusiera en marcha al inicio de la ruta.

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