Las sevillanas, el idioma de nuestra Feria

Buscando el origen de este baile

Pero ¿cuál es su origen? El inicio de las sevillanas se remonta a la época del Renacimiento, cuando los compases de las zarabandas populares se fueron ralentizando. Sin embargo, es durante el siglo XIX cuando el baile de la sevillana empieza a tomar la forma con la que la conocemos hoy en día: introducción, salida, vuelta, salida, vuelta, salida y cierre.

Bajo un compás de 3/4, es decir, de tres tiempos, se enmarcan cuatro movimientos que se van repitiendo en cada una de las partes que forman una sevillana: paseíllo, pasada, careo y remate. Todo esto se unen en cuatro seguidillas con unos pasos predefinidos. Es decir, las sevillanas cuentan con una “coreografía” que puedes aprender, aunque el “arte personal” de cada uno es lo que te diferenciará de los demás.

Este baile de cuatro partes se hace en pareja, aunque hay muchos que forman un corro para bailarlas, tan grande como sean capaces de seguir el compás.

Tipos de sevillanas: misma estructura, pero distinto ritmo

Todas las sevillanas tienen el mismo tipo de estructura, es decir, cuatro letras de seguidillas, separadas entre sí por la conocida posición bien parao, la del baile bolero.

La diferencia entre las variantes reside en los temas que tratan y el ritmo, dando lugar a las más conocidas:

Sevillanas rocieras: interpretan temas relacionados con las romerías andaluzas, en este caso, con la festividad del Rocío, la más conocida en Andalucía. Se suelen acompañar de flauta y tamboril, instrumentos también típicos de los peregrinos a la Aldea.

Sevillanas corraleras: se cantaban en los antiguos corrales de vecinos. Son, quizás, las más populares y tienen un ritmo muy vivo y alegre.

Sevillanas boleras: son las más clásicas. Los que las bailan suelen tocar las castañuelas, a la vez que se mueven al compás del baile.

Seguidillas alosneras: son las que tratan temas bíblicos y hechos históricos. Son típicas de la provincia de Huelva.

Un detalle que caracteriza a las sevillanas, es que es un baile cuyo cante tiene letras que han ido evolucionando con la sociedad, lo que las dota de la mezcla perfecta de tradición con las nuevas costumbres.

Características de las sevillanas: compás, guitarra ¡y muchos volantes!

Lo que está claro es que todo aquel que se encuentra delante de un baile por sevillanas las reconoce al instante, ya que cuenta con unas peculiaridades que las hacen inconfundibles.

Lo primero es el acompañamiento musical, con guitarra, un cajón flamenco, castañuelas y palmas. Otra característica es el traje de flamenca. Aunque no es imprescindible, le dan más “salero” al baile y le dotan de aún más movimiento. Con cada vuelta, los volantes se mueven al compás, dejando clara que su función dentro del traje es más que decorativa. Aunque desde 1929 se ha convertido una tradición, su origen se remonta a las mujeres que acudían a las ferias de ganado, muchas de ellas de etnia gitana (de ahí que le denomine también el “traje de gitana” y nunca, nunca más, traje de faralaes), con sus vestidos de faena, algunos con volantes y delantal.

Un año más, las sevillanas se sitúan entre lo popular y la expresión genuinamente flamenca para dar carácter a todas nuestras Ferias y Fiestas populares.