Feria

Desde un sidecar de la URSS a la moto del albañil

  • La VI Edición de la Exposición de Motos Vespa y Clásicas albergó más de 150 piezas de coleccionista · La plaza de la Constitución fue el escenario por segunda vez de este evento que comenzó a las 10:00 horas

El valor sentimental que pueden cobrar algunos objetos en la vida de las personas, en ocasiones, no hay dinero en el mundo que lo pague. Un ejemplo de ello, es la afición por coleccionar motos antiguas, que para algunos de los que entran en este mundo, se termina convirtiendo en un amor inquebrantable, de los que dura toda la vida.

La Plaza de la Constitución abrió sus puertas ayer a la Asociación de Vespas y Motos antigas de Almería para que todos sus socios pudieran disfrutar de una concentración en Feria que ya cumple su sexta edición, y la segunda, en este mismo espacio. En una jornada que empezó a las 10:00 de la mañana y se alargó hasta media tarde, cientos de almerienses asomaron por la Plaza para respirar de ese aire con aroma a motor y tradición que emanaba de las 150 motos con las que la asociación ha contado en este año.

Gabriel Cobos, presidente de la Asociación de Vespas y Motos de Almería, inauguró este club junto a su hijo Juan, dos auténticos amantes de la restauración de estas selectas y engrasadas piezas de coleccionista. Esta familia, dedicada a las instalaciones eléctricas y con gran tradición en el mundo del motor, comenzó su andadura en esta afición, que ya se ha convertido en un modo de vida, con la representación de las marcas Derbi y Montesa en la provincia. A raíz de ahí, todo vino rodado, y consiguieron constituir este espacio para la moto antigua en calle Lope de Vega, lo que ellos siempre habían deseado.

En esta Asociación, totalmente abierta a la entrada de nuevos socios, hay pocas condiciones para el acceso: "Para entrar hay que procurar tener moto pero si no es así, con ser motero es suficiente porque si no la tiene, se la prestamos. Eso sí, está prohibido cabrearse cuando vamos de ruta y se rompen, que pasa de vez en cuando", cuenta entre bromas Juan Cobos.

Es tal el cariño que estos moteros le tienen a sus piezas, que no dudan en invertir grandes cantidades de dinero, tiempo y trabajo en su restauración y puesta a punto. José y sergio Aguilar, padre e hijo y, además, socios del club, llevan a la exposición una Vespa 125 y una Piaggio algo más moderna. En su familia, el amor a las motos es de toda la vida y ellos mismos, han reconstruido sus motos: "Parte de las piezas sí que las hacemos nosotros mismos, con tornos, pero otras, ha que pedirlas a Madrid , Bilbao, Barcelona e incluso al extranjero. Nos llegamos a gastar hasta 3.000 euros por moto, pero sin duda, compensa", explica José Aguilar.

Tras la exposición anual en Feria de ayer, un grupo de 10 o 12 miembros estarán mañana en la ofrenda a la Patrona con su respectivas Vespas. Durante el resto del año, la Asociación promueve más actividades: "Vamos de pueblo en pueblo para mostrarlas, donde nos llaman. Normalmente intentamos tener algún tipo de concentración por lo menos una vez al mes" asegura José Aguilar. Localidades como Gádor, Benahadux y Níjar, entre otras, son de los destinos de visita más asiduos de estas piezas de coleccionista y sus propietarios.

Al creciente número de socios que se van incorporando a este club cada año, llama la atencióm como se puede comprobar que cada vez, son más jóvenes sus nuevos integrantes interesados en participar.

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