Feria de Almería I Entrevista a Fco. Javier Torres Viedma. (Presidente de la Plaza de Toros)

“Los toros en Almería deben ser un evento social”

  • Su mujer, Emilia, y él son grandes aficionados a los toros

  • Presidente de la plaza de de Roquetas (2002 a 2009) y desde 2019, de Almería

Francisco Javier Torres concede una oreja durante una corrida el pasado año.

Francisco Javier Torres concede una oreja durante una corrida el pasado año. / Baltasar Gálvez

Aunque su afición a los toros fue algo tardía (vio el primer festejo ya en la Universidad) lo cultivó con ahínco ya que su mujer, Emilia, es también gran aficionada y viajan por toda España para ver toros. Este año encara su tercera presidencia en el coso taurino de Almería.

–Nunca es tarde si la dicha es buena, asegura el refrán.

–Es cierto, mi afición a los toros fue tardía. Vi la primera corrida ya estudiando Derecho en Granada. Coincidieron en un cartel Espartaco y Paco Ojeda, mis dos toreros preferidos de entonces y fui a verlos. Ya no pude desengancharme y más aún siendo mi mujer, Emilia, gran aficionada también. Viajamos por media España viendo toros: Castellón, Sevilla, Granada, Córdoba, Gijón, Zaragoza...

–Vives en Roquetas y en 2002 se inaugura su plaza de toros.

–Pues sí, el 19 de Julio de 2002 se celebró el primer festejo en el flamante coso. Precisamente este verano hemos celebrado el XX aniversario. Gabriel Amat presidió el festejo inaugural y me dijo que luego fuera yo presidente, algo a lo que no pude negarme. Siete años ocupé el cargo, de los que guardo un gran recuerdo.

–Hasta que se municipalizó su gestión y...

–Dejé de serlo ya que yo soy funcionario de ese Ayuntamiento y no me parecía pertinente seguir en el cargo. Lo dejé en las manos de mi amigo Adrián Salmerón.

"Los toros deben llegar a la plaza 48 horas antes y empieza la labor del presidente hasta que acaba todo”

–En 2019 repites presidencia, en este caso en Almería.

–Sí, la delegada del Gobierno, Maribel Sánchez, me propuso ocupar el cargo, teniendo en cuenta mi experiencia en Roquetas y me embarqué en otra etapa presidencial, algo que creía que ya había tocado a su fin. Ciertamente en la capital es más fácil ya que es plaza de segunda y hay más medios y más experiencia entre los trabajadores. También el público es más exigente y no pide alegremente orejas y rabos para los toreros.

–A ver cuéntame el proceso previo a la corrida de toros.

–Los toros deben llegar con 48 horas de antelación. Ahí tengo que estar ya presente para el desembarco del ganado. Hay que reconocerlos, pesarlos y meterlos en los corrales para que estén relajados de cara al festejo. Ten en cuenta que son animales que han vivido siempre en campo abierto y de pronto se ven en un camión encerrados y viajando 12 o más horas. Llegan estresados y hay que darle al menos 24 horas para tranquilizarlos.

"La primera oreja la da el público pidiéndola con pañuelos pero no chillando; la segunda la concede el presidente”

–¿Cómo vives el día del festejo?

–Pues llego a la plaza hacia las 9 de la mañana... eso si el camión con los toros no ha llegado de madrugada y he tenido que ir a esa hora. Tenemos que revisar de nuevo los toros a ver si han sufrido algún percance y hay que pedir un sobrero más a la ganadería, pesar a toros y caballos, a las 12 en punto reralizar el sorteo y enchiquerarlos individualmente por el orden de salida a la plaza.

–¿Por la tarde?

–Suelo llegar a la plaza una hora larga antes del comienzo, me doy una vuelta por los corrales y por la enfermería a ver si ha llegado el equipo médico y la ambulancia y por el callejón a ver si está todo en orden. Subo al palco, presido la corrida y, cuando acaba, tengo que firmar un montón de actas que me tienen allí un par de horas más. En estos días no tengo horario, lo mismo estoy en la plaza 12 horas que 14 depende de los problemas.

En el palco, siguiendo con atención el espectáculo. En el palco, siguiendo con atención el espectáculo.

En el palco, siguiendo con atención el espectáculo. / Baltasar Gálvez

–Vamos con detalles. La concesión de orejas.

–La primera la da el público agitando pañuelos no chillando como hacen algunos. La segunda es potestad del presidente concederla. ¿El rabo? Tiene que ser una lidia perfecta con capote, picador, banderillas y faena de muleta. Es muy difícil cortar un rabo en una plaza de segunda, como la de Almería.

"¿Conceder un rabo o un indulto? Son premios excepcionales que no deben concederse alegremente”

–¿El indulto?

–Te digo igual que con el rabo: reservado para un toro perfecto de presentación, en la lidia, en la pelea en varas, que no se duela en banderillas y embista con bravura y trapío. Es algo excepcional, no se puede indultar a un toro alegremente y desvirtuar su concesión.

–Presidente, estamos acabando ¿Por qué la afición de Almería da la espalda a los toros?

–Fundamentalmente porque está dejando de ser un acontecimiento social y no hay relevo generacional en los tendidos ni en las peñas. ¿Que la gente va a merendar? Pues que meriende, no hay que ser tan purista y descalificar a nadie por eso. A ver si la nueva empresa revierte la situación y vuelven a los toros.

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