La vista panorámica inigualable del cerro de San Cristóbal

El primer grupo de la mañana desafió las altas temperaturas y la cuesta arriba El premio: la maravillosa imagen de Almería

María Milán

19 de agosto 2013 - 01:00

Todos esperaban encontrar en la cima a San Cristóbal, dado que el cerro lleva su nombre. Pero al llegar allí fue la imagen de mármol del Sagrado Corazón de Jesús quien recibía a los turistas. Carmen Rosa Plazas, una de las dos guías turísticas que se encarga de la ruta de visitas turísticas programadas para esta Feria anunciaba en la Plaza de la Constitución el primer recorrido de la mañana, El Mirador del Cerro de San Cristóbal, felicitando a la veintena de personas congregadas por ser "valientes al elegir esta visita porque hace calor y es cuesta arriba, pero con ánimo y despacito llegaremos al cerro". ¿El premio a este esfuerzo? "Las vistas, son fantásticas", señaló Carmen Plazas.

Antes de comenzar la empinada cuesta rumbo al cerro de San Cristóbal, la guía turística explicó algunos rincones del camino, comenzando por la plaza de la Constitución o plaza Vieja, que en la época musulmana fue un zoco y en la cristiana lugar de fiesta, mercado y hasta corrida de toros, así como el monumento de los Coloraos, en honor a esos 24 liberales que desembarcaron en Almería para luchar contra el despotismo de Fernando VII pero que acabaron siendo fusilados. La siguiente parada fue la calle de las Tiendas, una calle con trazado musulmán, estrecha y laberíntica que en su día fue muy importante porque desembocaba en la Puerta de Purchena. Al lado, el convento de las Claras, donde los turistas soltaron una carcajada al contar Carmen Plazas que hay existe la tradición de que las novias regalen una docena de huevos a las monjas del convento para que el día de su boda no llueva y, tratándose de esta ciudad, es lo poco frecuente que suceda.

En la Iglesia de Santiago Carmen Plazas reveló algo que sorprendió al grupo, sobre todo a los almerienses que llevan pasando toda la vida por ahí pero que no se habían percatado de que la figura de Santiago no está en la puerta principal, sino en la lateral que da a la Puerta de Purchena. "Esto tenía un mensaje amenazante, la imagen de Santiago con la cabeza de un musulmán la colocaron en esta calle, una de las más transitadas para advertir de qué pasaba si no se convertían al cristianismo", contó la guía turística, que esa mañana hizo doblete de rutas.

Ya una vez en la Puerta de Purchena comenzaba la subida al cerro de San Cristóbal. Las temperaturas no acompañaban especialmente, y los turistas hicieron varias paradas para beber agua, buscar sombra y abanicarse como podían. Pero una vez arriba, y tras más de un suspiro de satisfacción al llegar, lo que les esperaba era inigualable: unas vistas de toda la ciudad, de sus monumentos y edificios sin techo, al estilo musulmán. Carmen Rosa Plazas explicó a los presentes que existía en ese lugar una ermita dedicada a San Cristóbal que se quemó y se perdió. En su lugar, situaron esta estatua del Sagrado Corazón de Jesús elaborada con mármol de la localidad almeriense de Macael. En el año 2000 se rehabilitó y se situó girado bendiciendo a los pueblos del Mediterráneo, con los brazos abiertos.

"Es la primera vez que visito esta zona y me está gustando mucho, además no sabía que había buen acceso a ella", refirió Carmen Torres, procedente de Jaén. Los profesores Trinidad Carricondo y Juan Antonio Almansa confesaron que se apuntaron porque hacía unos días estuvieron visitando Madrid y se plantearon que había rincones de su propia ciudad, Almería, que no conocía bien y que merecían la pena. Desde el cerro, Carmen Rosa Plazas señaló a los visitantes los principales edificios e iglesias de la ciudad, así como les recomendó visitar Cabo de Gata y sus bonitas playas. La visita finalizó en la Puerta de Purchena y la veintena de turistas se llevaron a casa una bonita imagen de la ciudad, muchas fotografías y alguna que otra agujeta que mereció la pena.

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