AFTERSUN | FESTIVAL DE CINE DE SEVILLA

Te echamos de menos, Sofia

Padre e hija protagonistas de ‘Aftersun’, de Charlotte Wells.

Padre e hija protagonistas de ‘Aftersun’, de Charlotte Wells.

Hay dos formas de ver Aftersun, el debut en el largometraje de la escocesa Charlotte Wells. La primera es conociendo la película de Sofia Coppola Somewhere y la segunda ignorándola por completo. Como entre las exigencias de un crítico de cine está la de conocer al menos las películas importantes de la historia del cine y como poco los cineastas relevantes de su tiempo, es imposible no recordar el excelente León de oro de Venecia de 2010.

La inevitable comparación no beneficia precisamente a Aftersun, hasta el punto de que durante muchos minutos sentimos que estamos ante un mal homenaje (por no usar palabras más feas) encubierto o frente al enamoramiento de una cineasta adolescente, cosa que Wells no es, deslumbrada por la obra de una autora reputada. La estancia aquí de un padre y una hija durante unas vacaciones en la costa turca sustituye al encuentro en aquella también de otro padre (actor) y su hija en la megalópolis de Los Ángeles. Wells establece demasiadas rimas y demasiado repetidas (el brazo escayolado del progenitor en ambas, las escenas submarinas en la piscina, el deslumbramiento en el karaoke en una y en la pista de patinaje en la otra) sin importarle que la comparación deje siempre su filme en mal lugar.

Ambas cintas juegan con lo no dicho, pero Sofia se revela como una cineasta infinitamente más dotada para expresarse solamente mediante imágenes que Charlotte. También la mirada de Coppola es menos melodramática si comparamos los finales metafóricos y mudos de ambas donde los espectadores están llamados a leer los planos para finalmente comprender el paso hacia adelante, hacia el cambio personal, del padre de Somewhere y el retroceso hacia la oscuridad y su anticipada desaparición del de Aftersun, evocado por una hija ya adulta que sufre su ausencia desde el doloroso presente.