Sóc vertical però m'agradaria ser horitzontal | Festival de cine de Sevilla

Benidorm: encuentro en la segunda fase

Una imagen del filme de María Antón Cabot.

Una imagen del filme de María Antón Cabot.

El nuevo mediometraje de María Antón Cabot (<3) está dispuesto a ser ese ovni destinado a sacar sonrisas y codazos cómplices en su disparatada premisa argumental, que junta en una paradoja espacio-temporal a los trasuntos de la poeta norteamericana Sylvia Plath (Galbally) y a nuestra princesa del pueblo (Gabriel) en las playas y clubes de neón de Benidorm. Una premisa que, oh sorpresa, funciona y fluye no sólo en su documentado trasfondo real, sino también en esa complicidad femenina que humaniza, da voz y restituye a dos personajes marcados por el éxito y la tragedia, la fama y la auto-explotación.

Un simple corte de montaje nos lleva de 1956 a 2022, de los alrededores rurales a ese skyline de cemento y hormigón vertical que Antón filma con la calidez y la empatía del lugareño con memoria propia. Viendo un filme como éste uno puede entender mucho mejor a Iñaki Uriarte y su pasión confesa (lean sus Diarios) por la ciudad costera como refugio para solitarios y particular paraíso kitsch. Aunque no hablen el mismo idioma, Sylvia y Belén no dejan de ser mujeres atrapadas en y por su época a las que una ciudad de vacaciones low-cost ha liberado en un sueño flotante para la flânerie y la sororidad de clases y condiciones.