El agua como tesoroLos aljibes son grandes joyas históricas

Níjar En esta localidad se encuentra una de las mejores zonas para contemplar las construcciones elaboradas para conservar el agua y suministrarla a los vecinos. Cuenta con carteles informativos

El agua como tesoroLos aljibes son grandes joyas históricas
El agua como tesoroLos aljibes son grandes joyas históricas
Rebeca Revilla M.

22 de julio 2010 - 01:00

Una de las mejores opciones para la época estival es visitar las distintas zonas que ofrece la provincia de Almería y poder conocer toda la cultura e historia que la rodea. Optar por conocer toda la historia almeriense que se esconde tras un elemento tan esencial y vital para el ser humano como es el agua se convierte en una de las mejores elecciones. Como bien es sabido, la necesidad y disponibilidad del agua es un elemento esencial para la vida, algo que ya se conocía desde el Antiguo Paleolítico.

Además, gracias a ello, se hizo posible el tránsito de la sociedad nómada a la sedentaria, puesto que los distintas técnicas de captación de agua usadas para el riego de los campos consiguió que la población se asentara. El rol del agua en las sociedades tradicionales fue fundamental y determinante en la configuración cultural original, hábitos y prácticas de los distintos pueblos y sociedades.

El hecho de conocer los distintos elementos que fueron creados para la captación y administración del agua supone conectar con un universo de significados y cultura que sumerge a los más intrépidos aventureros e interesados en la historía en un universo del saber y de conocimiento. El campo de Níjar es uno de los focos del saber y demostración de estos míticos recursos acuáticos que fueron usados desde las más antiguas sociedades. Se debe tener en cuenta que Almería es uno de las provincias de la Península Ibérica más áridas, con unas precipitaciones entre 200 y 300 litros por metro cuadrado al año, y con unas condiciones de evapotranspiración potencial de 700 litros por metro cuadrado al año, lo que hizo que Almería guarde cuantiosos elementos que fueron usados como medios para la administración y captación de agua denominados aljibes. Éstos han logrado convertirse en verdaderas joyas históricas que traen aparejado consigo una gran cantidad de tradiciones e historia que caracterizan a esta zona.

Diferentes leyendas pueden ser encontradas en los distintos recovecos del campo de Níjar, gracias a los cuales pueden ser conocidas las creencias y ritos que reinaban en los tiempos más pretéritos. De esta manera, la descodificación de dichos ritos pueden lograrse gracias al estudio de estos artefactos acuáticos creados por el hombre, elementos a los que según la mitología, hacían referencia los dioses en los lugares más secos.

Por lo que se creía en las zonas más áridas los dioses no creían en la efectividad del agua natural, así que la población se veía en la necesidad de crear a mano mecanismos que facilitasen el transcurso del agua.

Éstos también se aprovechaban para alimentar los distintos campos que se encontraban en los alrededores de los diferentes hogares, convirtiéndose así en espacios de relación directa con la sociedad.

En la zona más árida del campo de Níjar, es decir, el Hornillo y la Costa, los aljibes son los elementos esenciales en la cultura del agua, ya que son un paso obligado para el abastecimiento de la misma, incluyendo también su uso como lavaderos y abrevaderos para el ganado o incluso las sanaciones que se realizaban gracias al agua recogida en ellos.

Los aljibes se han convertido en elementos que aguardaban el gran y preciado tesoro añejo del agua.

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