Almería deja a los animales casi libres del virus de Aujeszky

Que no salte la alarma. La enfermedad de Aujeszky, también conocida como pseudorabia, es una enfermedad infecciosa producida por un virus, que afecta a un gran número de especies, siendo la especie porcina la que adquiere una especial relevancia desde el punto de vista sanitario y económico. La Asociación de Especialistas Sanitarios, veterinarios y la Junta de Andalucía dedican desde hace años sus esfuerzos en un programa de lucha, control y erradicación de esta enfermedad que ya está dando resultados.

El Boletín Oficial del Estado publicaba recientemente que todas las comarcas almerienses son de baja prevalencia, es decir, que Aujeszky está presente colectivamente sólo entre el 0% y 10% en explotaciones.

La enfermedad de Aujeszky, distribuida mundialmente, está causada por un virus denominado herpesvirus porcino tipo I (HVP-I), según la información del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. El virus de de Aujeszky es un agente altamente contagioso. Se transmite principalmente a través de la vía oronasal y por vía genital, a través del semen infectado.

Existen distintas formas de presentación de la enfermedad en las explotaciones porcinas, en función del tipo de animales que conviven y el manejo. De este modo, afecta al sistema nervioso, sobre todo en los animales más jóvenes, causa fiebre, temblores, hipersalivación o parálisis del tercio posterior. En los animales neonatos el período de incubación es de 2-4 días, la clínica se manifiesta durante 24-36 horas, finalizando con la muerte del 100% de los lechones.

En los cerdos en crecimiento y cebo afecta, mayormente, a la respiración y pueden aparecer síntomas nerviosos moderados esporádicamente. En este caso la probabilidad de mortalidad es del 2 al 10%. Las secuelas más importantes son la pérdida de peso y las infecciones bacterianas secundarias.

Los signos reproductivos tienen una incidencia moderada y raramente superan el 20% de las hembras gestantes. El aborto, acompañado o no de fiebre y anorexia, es el síntoma más característico en gestante, independientemente del período en que se produzca la infección. Los signos reproductivos pueden ir precedidos de signos respiratorios. La mortalidad en los reproductores no suele superar el 2%.

Por otro lado, La infección puede pasar desapercibida en aquellas explotaciones en las que no hay hembras gestantes ni lechones, ya que en los cerdos en cebo, los signos clínicos pueden ser respiratorios de carácter moderado y puede confundirse con otros procesos como influenza porcina.

En líneas generales los programas de lucha, control y erradicación de la enfermedad de Aujeszky se basan en vacunación, vigilancia epidemiológica, control de la reposición, restricciones al movimiento de animales y calificación de explotaciones.

En este sentido, según explica Antonio Mena, responsable de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Albox, en la provincia todavía se encuentran en fase de vacunación y control serológico, pero están muy cerca de que las explotaciones sean calificadas, es decir, que se declaren cero casos e indemnes a la enfermedad, puesto que sólo un 1% de los animales, unas cuatro unidades concentradas en Huércal Overa, de las 40.000 cabezas en toda la provincia da positivo.

Mena sentencia, sin dejar lugar a dudas, que la enfermedad de Aujeszky no afecta a los humanos. De acuerdo a su explicación las consecuencias más negativas son los daños sanitarios de los animales y las posibles trabas comerciales a la hora de exportar animales vivos.

El trabajo constante para erradicar esta enfermedad en los animales podría prevenir de acciones de otros países que sugiriesen cerrar sus fronteras a la entrada de cerdo español por esta enfermedad, al igual que ha sucedido con la denominada Nueva Gripe A (H1N1), con la que ha quedado constatada que no afecta al consumo de carne, pues se trata de una enfermedad vírica que se transmite por aire, y sin embargo le ha valido de excusa a Rusia para blindar su mercado al cerdo español.