Almería cosecha 28.000 toneladas de cereales en 2013, un 154% más

En 2013, Almería destinó al cultivo de cereales 16.468 hectáreas de suelo, un 1,2% más que el año 2012. De esta extensión, 574 hectáreas fueron de regadío y 15.900 de secano, según los datos del departamento de Estudios y Estadísticas de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. La mayor parte, 10.765 hectáreas, fueron de cebada, mientras que 3.259 se dedicaron al cultivo de avena y 2.100 al de trigo. De forma testimonial, en Almería también se cultivó el pasado año centeno (134 hectáreas), maíz (68) y tranquillón (67).

La mayor parte de la producción de cereal de la provincia se concentra en la comarca de Los Vélez, con 13.307 hectáreas (trigo 1.333, cebada 8.843, centeno 134, maíz 3, tranquillón 67, y otros cereales 63 hectáreas). A pesar de este ligero incremento de la superficie, la cosecha de cereales se incrementó el pasado año un 154%, al pasar de 10.964 toneladas a casi 27.900. La producción de cebada fue de 20.516 toneladas; la de avena ascendió a casi 4.000; y la de trigo a casi 3.000. Este aumento, según los datos de la Delegación de Agricultura, se debió a la climatología favorable, con lluvias más abundantes que en 2012. La comarca de Los Vélez cosechó el 85% de los cereales, con 23.753 toneladas (17.900 de cebada, 3.500 de avena y 2.000 de trigo).

El valor total de la producción de la cosecha de cereales en la provincia se ha incrementado un 63,7%, con una facturación de 4,5 millones de euros, frente a los 2,7 millones de 2012. Y es que, al duplicarse la cosecha, el precio del producto ha registrado un descenso. El valor total de la producción de cebada fue de 3,3 millones de euros; el de la avena, casi 600.000; y el del trigo, 551.000 euros.

Por lo que se refiere a la producción de cereales destinados a forraje, en la provincia se pusieron en cultivo el pasado año 2.209 hectáreas, un 17,5% menos que en 2012. La producción superó las 19.500 toneladas (un 3,8% más), que obtuvieron un valor de casi 3 millones de euros, un 30,8% más que en el año de referencia. El precio medio de estos productos fue de 0,2 euros el kilo, un 25,4% superior al del año 2012. En el caso de los cultivos industriales y de leguminosas, como el de cereales, las cosechas están condicionadas también por la pluviometría y por la época de los aportes de lluvia, de manera que, según afirma el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, José Manuel Ortiz, "si en primavera hay lluvias, hay cosecha". Por este motivo, en 2012, con una primavera sin apenas precipitaciones, la recolección fue muy baja. Sin embargo, en 2013, con una estación más lluviosa, se obtuvieron unas cosechas medias-altas. Y de hecho, al tratarse de cultivos que se siembran prácticamente en secano y cuyos rendimientos dependen en gran medida del año pluviométrico, son considerados marginales, no tanto por la calidad de suelo, como por el hecho de que no se cuidan tanto como el almendro o el olivo, de manera que si el año no es bueno en lluvias, prácticamente se abandonan.