Finanzas

Almería pierde el 35% de sus empresas turísticas y el resto pide 'oxígeno'

  • La Comisión de Turismo de Asempal elabora un informe sobre este sector, que supone el 11,5% del PIB en Almería, en el que aborda sus necesidades

Actividad de kayak en Cabo de Gata

Actividad de kayak en Cabo de Gata / R. González (Níjar)

La crisis sanitaria y las medidas para intentar contener la expansión de la COVID-19 se han cebado con el sector turístico y todas las actividades que lo conforman, como indica el informe elaborado por la Comisión de Turismo de Asempal (Confederación Empresarial de la Provincia de Almería), en base a los datos de coyuntura demográfica de empresas elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así de las 3.167 empresas empleadoras que había a 1 de enero de 2020 en el sector (hoteles y otros alojamientos, restauración, agencias de viajes y otras actividades turísticas como alquiler de artículos de ocio y deportivos, actividades deportivas, etc.) se ha pasado a 2.056 a enero de este año (un -35%). Del mismo modo, los autónomos también se han visto profundamente afectados, quedan 4.788 de 5.835 y la previsión es que desaparecerán más cuando se ponga fin a la prestación por cese de actividad. El varapalo también es lógicamente visible en la facturación, con una reducción del 95% en el caso de las agencias de viajes o, en el ‘menor’ de los porcentajes, del 50% las firmas de golf y canal Horeca.

Los miembros de esta comisión, presidida por José María Rossell, vicepresidente y CEO de Senator Hotels & Resorts, confían en que la recuperación del sector turístico de Almería comenzará en el momento que avance el proceso de inmunización y se recupere la movilidad en sincronía con Europa y la imagen de confianza que ofrezca España. Por ello, los representantes de las distintas actividades que la conforman coinciden en demandar la intensificación del proceso de vacunación y el apoyo de las administraciones en una doble dirección: reducción de costes, con exoneraciones y eliminación de cargas a las empresas para mejorar su tesorería, con exenciones o bonificaciones de impuestos y tasas; y la llegada de ayudas directas al sector, con dotación suficiente, una tramitación ágil y sin marginar a ninguna empresa por su tamaño. En este sentido, en un decálogo de conclusiones marcado en el informe apuntan que las ayudas recientemente convocadas por la Junta de Andalucía se han quedado cortas en el importe y excluyen a medianas y grandes empresas, igualmente afectadas como las pymes. “En cuanto al plan de ayudas directas prometidas por el Gobierno central, no responde a las necesidades del sector. A su insuficiente dotación se va a sumar una carga de burocracia y exceso de procedimientos administrativos que va a hacer prácticamente imposible que las empresas puedan acceder a las ayudas”.

Y es que recuperar aliento en verano es el objetivo de este sector turístico, que aporta el 11,5% al producto interior bruto (PIB) de Almería, como indica el presidente de Asempal, José Cano, quien detalla que es la segunda industria de la provincia en generación de riqueza y empleo. Para lograr algo de oxígeno, la comisión también solicita la extensión de los ERTE al menos durante todo el año 2021, mayor seguridad jurídica y estabilidad en la normativa para que las empresas puedan planificar y organizarse, colaboración público-privada, infraestructuras básicas que hagan atractivo el destino para los visitantes, una campaña para embellecer los pueblos del interior de la provincia y campañas de promoción turística de cara a la temporada de verano para recuperar la confianza del viajero.

El informe elaborado en la reunión constitutiva de la comisión expone la situación de cada actividad y las medidas específicas que necesita para sobrevivir. Así, el segmento de agencias de viajes, que ha registrado la mayor caída de facturación (un -95%) y ha perdido el 36% de sus empresas en Almería, urge la exclusividad del bono al turismo de la Junta de Andalucía, la exoneración de los seguros de responsabilidad y de caución que le exige la administración autonómica y que ha seguido pagando a pesar de no poder trabajar, y que los proveedores atiendan los requerimientos y devuelvan los importes que las agencias ya han abonado a los viajeros por normativa.

Las empresas hosteleras piden específicamente un programa de incentivos a arrendatarios para disminuir costes de rentas en negocios sin actividad. También solicitan la reducción del IVA al 5% y del impuesto de sociedades en empresas turísticas hasta al menos 2023, así como la aceleración en los plazos de devolución del IVA.

Por su parte, las empresas de turismo activo y naturaleza denuncian el agravio comparativo sufrido respecto a las actividades de nieve, para las que sí se ha permitido la movilidad entre las provincias andaluzas como desplazamiento justificado. A la complicada situación del sector, se unen las dificultades que ponen las propias administraciones a las empresas de esta actividad: permisos de uno o dos años que no permiten planificar a futuro o la sobrecarga de normas, trámites y burocracia que supone depender de varias administraciones cada una de ella con criterios distintos.

El sector del golf reclama un marco normativo estable en las medidas que se aprueban, haciendo hincapié en la necesaria adaptación de la legislación laboral a la realidad que están viviendo las empresas. Piden medidas de estímulo para remontar su situación, dado que todas han continuado manteniendo su infraestructura turística, instalaciones, césped… a pesar de la drástica disminución de su facturación.

La Comisión de Turismo de Asempal asegura que es un momento clave para rediseñar una estrategia de futuro en base a las grandes fortalezas del sector en la provincia y posicionar el destino Almería como referente de calidad y de una variada oferta de experiencias.

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