Finanzas

Almería obtendría 60 Hm3 de agua si recogiese la lluvia de sus invernaderos

  • Un estudio de la Delegación Territorial de Agricultura revela que esta cifra abastecería al sector durante los meses de noviembre a abril

El agua es fundamental para la vida. Y también para la agricultura. En una provincia como Almería, donde las precipitaciones medias de los últimos años apenas rondan los 200 litros por metro cuadrado anuales, una gestión óptima del agua es fundamental para poder cultivar los 3,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas que produce cada año el sector agrícola almeriense.

Según un estudio que está ultimando la Delegación Territorial de Agricultura y Pesca, si todos los invernaderos que hay en Almería recogiesen el agua de lluvia, se obtendría un total de 60 hectómetros cúbicos, lo que supone casi la tercera parte, en concreto, un tercio del consumo anual de agua por parte de la horticultura bajo plástico almeriense.

Así lo desgrana el secretario general provincial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Delegación Territorial en Almería, José Antonio Aliaga, en declaraciones a Diario de Almería, que explica que es un informe que pretende hacer hincapié en la importancia de instalar este tipo de mecanismos en las explotaciones invernadas de la provincia con el objetivo de aumentar el volumen de agua disponible en Almería y reducir la dependencia de los pozos y de la desalación, lo que conllevaría, además, una importante merma en los costes de producción.

Aliaga recuerda que, en la actualidad, la gran mayoría de las fincas hortofrutícolas almerienses no disponen de sistemas de recogida de agua y sólo las últimas instalaciones, más modernas y recientes, las están incorporando, aunque es necesario para una óptima gestión "la instalación de una balsa con capacidad suficiente para recoger el agua de lluvia de jornadas de grandes precipitaciones, pues, de lo contrario, en vez de suponer una oportunidad, se transforma en un grave problema", señala.

El estudio se ha realizado teniendo en cuenta la superficie invernada que posee Almería, que roza ya las 30.000 hectáreas, y el nivel de precipitaciones registrado en los últimos años (200 litros por metro cuadrado al año).

Según los datos del estudio, extrapolados a un invernadero tipo, de dos hectáreas de superficie, el agua que recoge de la lluvia le serviría para regar durante seis meses, los que van desde noviembre hasta abril, pues en verano, con el aumento de las temperaturas, sí se necesitarían recursos externos.

Aliaga apunta que es viable instalar estos sistemas de recogida de agua en la mayoría de los invernaderos de Almería, salvo en aquellas zonas con alta concentración de fincas, pues ahí no existe espacio físico suficiente para instalar las balsas, aunque explica que se necesitarían entre 20 y 25 años para llevar a cabo una reconversión total del sector.

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