Aprobada un proposición no de ley para regular los precios

La Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso de los Diputados aprobaba el miércoles una iniciativa parlamentaria para establecer mecanismos de control del precio de venta de las frutas y hortalizas percibido por los productores y detectar así las situaciones de riesgo de crisis en los precios.

La proposición no de ley, presentada por Esquerra Republicana-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, se aprobaba con dos enmiendas de Convergencia i Unio con 20 votos a favor y 18 en contra.

Según su portavoz Joan Tardá, la proposición instaba al Gobierno a emprender actuaciones ante la demanda más que justificada del sector y de los consumidores que pagan un precio que nada tiene que ver con lo que recibe el agricultor por el fruto de su trabajo.

Durante los últimos meses, representantes de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, Coag, la Unión de Consumidores de España- UCE y la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, CEACCU habían mantenido una ronda de contactos con los distintos grupos parlamentarios para dar a conocer el contenido de esta propuesta, que finanlmente se ha aprobado.

Esta iniciativa se enmarca dentro de la estrategia conjunta desarrollada por agricultores y consumidores para denunciar la falta de transparencia y los desequilibrios existentes en la cadena agroalimentaria, dominada por la gran distribución, y reivindicar unos precios justos para los profesionales agrarios y razonables para los consumidores.

Las tres organizaciones, Coag, CEACCU y UCE, publicaron el pasado 1 de julio el IPOD, primer Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos, que analiza el comportamiento de 25 alimentos básicos en la española dieta y que se publica periódicamente el primer martes de cada mes.

A finales del mes de mayo, los representantes de los agricultores y consumidores organizaron también la segunda edición del Mercado Agrario Transparente, en el que los ciudadanos madrileños pudieron comprobar la cantidad de alimentos que se pueden comprar por un euro a precios que comercializan sus productos los agricultores.