Avícola Laujar factura 400.000 euros con sus 16.000 gallinas
La empresa se mantiene a flote pero estima una bajada de los ingresos en el presente ejercicio · Su granja genera una media de 15.000 huevos diarios que vende a nivel provincial y en la costa granadina
Al entrar en la granja de Jose Sánchez se escucha un rumor semejante al de una letanía. No es para menos, en la nave de Avícola Laujar se concentran 16.000 gallinas. Entre cacareos ponen 15.000 huevos al día de media. Su dueño comenzó la actividad de esta empresa hace 18 años pero antes ya había trabajado en otra firma familiar del mismo sector.
A lo largo de su carrera laboral Sánchez ha visto cambiar el modo de trabajo hasta llegar al modelo actual, totalmente mecanizado desde hace cinco años. "Antes teníamos que echarles de comer, coger los huevos a mano y meterlos en cubos para después introducirlos en la máquina. También teníamos que recoger el estiércol manualmente", explica mientras muestra la enorme maquinaria que ocupa una nave ahora vacía.
Justo al lado, en las instalaciones operativas, otro artefacto más moderno ejerce de 'cadena de montaje'. Una cinta recorre los 400 metros cuadrados de la nave pasando junto a las jaulas de forma continua para recoger los huevos de las ponedoras. Al llegar al final se desliza en una pendiente que conecta la pasarela a un tercer espacio, el almacén.
El sistema automático, dotado de una serie de pinzas, va cogiendo cada huevo y pesándolo para clasificarlos. Hay cuatro categorías: XL (más de 73 gramos), L (entre 63 y 73 gramos), M (de 53 a 63) y S (menos de 53). Dependiendo de su peso se introducen en un carril u otro para llegar al final del proceso, el envasado en cartonaje y plástico.
El 'factor humano' solo se requiere para tareas de supervisión. "Controlamos que no haya ningún huevo roto y metemos las bandejas en las cajas", explica. El sistema de seguridad de la maquinaria se encarga incluso de parar automáticamente cuando hay obstrucción por exceso de unidades en el raíl.
"Todo es más fácil y limpio. Los excrementos de las gallinas caen directamente a un depósito que se limpia periódicamente y evita olores" garantizando además la salubridad e higiene animal. Hasta ahora "nunca" ha registrado enfermedades. Cada 13 semanas un veterinario de la fábrica de piensos realiza una analítica de huevos y excrementos para comprobar que todo esté correcto y periódicamente la Junta de Andalucía realiza inspecciones sanitarias. "Tenemos tantos controles o más que la agricultura. Nos piden registro ganadero, sanitario y agrícola", comenta el gerente.
Todas las gallinas de la granja son de la misma raza, "Warren". Llegan a la granja con 17 semanas de vida y "con 21 ya están poniendo". Su 'carrera laboral' dura poco, entre 14 y 18 meses. Después se comercializan en mataderos aunque hay excepeciones. "Un año tuve que pagar para que se las llevaran porque no había compradores".
Gestionar una explotación agropecuaria de las dimensiones de Avícola Laujar implica gastos cuantiosos en electricidad, la iluminación de la nave es continua, solo para siete horas para el descanso de las gallinas y hay que mantener una temperatura controlada de entre 21 y 23 grados. El pienso representa otros de los gastos más importantes. Se gastan 2.000 kilogramos al día.
En cuanto a la facturación, la empresa cerró el ejercicio pasado con cifras cercanas a los 400.000 euros y este año las previsiones indican que habrá una merma de beneficios. "La cosa va para abajo".
La cuota comercial de Avícola Laujar se adscribe a la provincia y a la zona costera de Granada. La empresa dedica ande dedica tanto a la producción como a la distribución. "Los granjeros que venden a almacenes pierden dinero en el intermediario". Sus clientes principales son los pequeños comercios locales de alimentación.
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