Después del agroalimentario, el sector más importante para la economía almeriense es, sin duda, el turístico. La nueva realidad después de la pandemia, y que coincide precisamente con el periodo de temporada alta en la afluencia de turistas supone una difícil tarea para el tejido empresarial hotelero, que trabaja para conciliar una nueva realidad en la que hay que garantizar la seguridad de los clientes sin mermar su disfrute y así hacer del destino Almería un lugar predilecto para los visitantes. Y si hay una empresa que ha tomado ventaja en este sentido, y que ya tiene hechos los deberes, ese es el Grupo Barceló, que en la provincia cuenta con el hotel Barceló Cabo de Gata en el Toyo.

Estas instalaciones, dirigidas por Rafael Jiménez, han sido capaces de gestionar la situación con celeridad pero con el máximo rigor, anteponiéndose y preparando unos protocolos que ya están en marcha y que van más allá de los impuestos por las autoridades sanitarias. Y el mérito de todo ello es que Barceló Cabo de Gata lo plasma sin mermar un ápice la comodidad de sus huéspedes.

Sello de calidad y seguridad 'We care about you'.

Barceló Cabo Gata es el hotel vacacional de Almería que más apuesta por abrir todo el año. Una filosofía que se plasma en una apertura de 11 meses y medio al año con el cierre solo en el momento coincidente con la Navidad. Un hecho que no se produce en el resto de establecimientos y que hace que la cadena lleve mucho camino recorrido en una situación como la actual y que es fruto del esfuerzo por acabar con la estacionalidad que ha caracterizado al turismo almeriense desde siempre.

“Es algo que siempre hemos tenido claro y por lo que trabajamos. Almería cada vez más se considera un destino de calidad, ligado al turismo de naturaleza, y es necesario que desde el sector privado se hagan este tipo de esfuerzos porque por sus características no debe ceñirse solo a la época estival”, explica el director de Barceló Cabo de Gata, quien lleva en el cargo tres años y que por su experiencia y por los registros con los que cuenta, da fe de que cada vez más el turista busca la provincia por este concepto y se hace necesario ofrecer una infraestructura sólida.

El hotel cerró el pasado 20 por culpa de la pandemia, algo que les llevó a desarrollar un ERTE a los 75 trabajadores con los que cuenta, exceptuando el jefe de ventas, el de mantenimiento y el propio director, quienes han trabajado de manera incansable para mantener las instalaciones y donde se ha aprovechado el tiempo de cierre para acometer algunas mejoras que los más de 300 huéspedes que se encuentran en este momento ya están disfrutando.

Las instalaciones tienen cuatro piscinas y más de 4.000 m2 de jardín.

En estos momentos, algo más del 50% de la plantilla ha vuelto y continuará el resto si se cumplen las positivas previsiones que manejan, sobre todo a partir del próximo mes de julio. Todos ellos han sido formados en los nuevos protocolos de seguridad que ha implantado el grupo bajo el sello ‘We care about you’, que implementa un programa de medidas que garantiza la tranquilidad de los clientes durante su estancia en el hotel.

Los profesionales llevan a cabo una intensa sanitización de todos los espacios

En este complejo, de 230 habitaciones, más de 4.000 metros cuadrados de jardines, cuatro piscinas, spa y cuatro establecimientos hosteleros; se desarrolla una intensa sanitización de todos los espacios y se facilitan los flujos de tráfico asegurando así el distanciamiento. En las habitaciones se refuerza la limpieza con especial atención a las zonas de mayor contacto. Los clientes también encontrarán todos los servicios del hotel, sin necesidad de moverse, en la palma de su mano a través de una App de Barceló. Por otro lado, este sello garantiza la mejor experiencia gastronómica de manera flexible adaptada a todas las necesidades a través de los conceptos Grab & Go y All Day Dining. La nueva disposición de los elementos en las instalaciones garantizan la seguridad y se puede disfrutar a través de los programas seguros de ocio y entretenimiento.

Y todo ello contrastado con las auditorías y certificaciones externas de Cristal International Standards, Biolab, el certificado Bio 9000 y Biolínea.