La empresa almeriense Biorizon Biotech ocupa uno de los seis expositores dispuestos en el espacio ‘Innovación y Ciencia’ de la Zona Verde de la vigésimo quinta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), que arrancaba ayer en Madrid.

La empresa biotecnológica ha sido invitada por el Gobierno español a través de la Secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que gestiona directamente la zona expositiva con una superficie de 412 metros cuadrados en los que se muestran los avances en materia de innovación en la lucha frente al cambio climático. En su invitación, el Ministerio explica que Biorizon “es un claro ejemplo de esta innovación disruptiva para la sostenibilidad, la transición ecológica y el reto del clima”. En el espacio ‘Innovación y Ciencia’ se exponen proyectos y prototipos, seleccionados por su calidad y grado de innovación. De esta manera, la participación de Biorizon Biotech en la cumbre se centra en la exposición de su tecnología de captura de CO2, la presentación de su sistema de regeneración de residuos y recuperación de nutrientes, en un claro ejemplo de economía circular.

Divulga sus trabajos en materia de captura de CO2 y recuperación de nutrientes

Como explicaba ayer David Iglesias, gerente de Biorizon, que estaba desde primera hora en la cumbre, que ha sido organizada a contrarreloj tras sustituir Madrid a Chile como sede del evento, en el stand se difundirá principalmente el Proyecto Sabana de la Unión Europea, en el que participa la firma almeriense, centrado en el desarrollo de tratamiento de aguas residuales a partir de biomasa de microalgas. Biorizon Biotech fue seleccionada por la UE para participar en la implementación del proyecto con el fin de obtener nuevos bioestimulantes de microalgas que permitan una agricultura sostenible y más segura para los consumidores y el medio ambiente. Esta iniciativa, que asimismo lidera la Universidad de Almería y en la que participan 50 investigadores de otros países, cuenta con un presupuesto de 10,5 millones de euros, de los que 8 se corresponden con fondos públicos europeos.

La ubicación de Biorizon en la Zona Verde da mayor visibilidad a la empresa, puesto que se trata del área de participación social que está a disposición de toda la sociedad civil.