Bodega de Alboloduy califica la vendimia como de las mejores junto a 2005 y 2010

La firma ha elaborado 20.000 kilos de uva Jaén Blanca y 60.000 de uvas tintas La recolección del fruto se ha retrasado casi un mes, comenzando a finales de septiembre

Vendimia de la jaen blanca de Montenegro.
Carmen Fenoy

22 de diciembre 2013 - 01:00

La de 2013, una cosecha de extraordinaria calidad para la Bodega de Alboloduy. Así lo señala Francisco Calvache, gerente de la misma, quien justifica este hecho, entre otros motivos, en el clima y el retraso en la recolección. "Tras un invierno algo lluvioso, una primavera larga y fresca, con pocas pero buenas lluvias y un verano corto y caluroso, llegamos a las puertas de la vendimia a mediados de agosto con un buen refrescón del tiempo acompañado de nubes y algunas lluvias, sobre todo en septiembre, lo que provoca un considerable retraso, casi un mes, en la recolección de la uva. Este refrescón del tiempo y ese retraso de casi un mes ha propiciado una perfecta maduración fenólica de la uva en perfecto equilibrio con la madurez glucónica".

La Bodega de Alboloduy comenzó en torno al 20 de septiembre a vendimiar su variedad autóctona, la Jaén Blanca, que tras años de sequía este año se mostraba con una buena cosecha y de excelente calidad. Con esta variedad, que se cultiva en secano y en forma de vaso sobre los terrenos pizarrosos de Montenegro y del Campillo, la firma elabora su Colección Cristina Calvache Blanco de Alboloduy, "un vino diferente y único", añade Francisco Calvache. Respectoa al proceso de producción del vino, según el gerente, tras el despalillado de la uva, ésta pasa a maceración en prensa cerrada en contacto con nieve carbónica durante unas tres o cuatro horas para, a continuación, comenzar el ciclo de prensado y obtener un mosto en plenitud de aromas y protegido de oxidaciones, que pasa a depósito para su decantación durante 48 horas a una temperatura de 8ºC. Posteriormente, se trasiega y se sube la temperatura a 15ºC para comenzar una fermentación lenta que durará aproximadamente unos veinte dias.

Unos días más tarde, la bodega inició el trabajo con los vinos tintos con una primera partida de tempranillo y otra de Syrah, de los viñedos del Campillo de Alboloduy y, posteriormente, a partir de los primeros días de octubre, con la variedad Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo y Syrah de los viñedos de las zonas altas del valle del Andarax (1.000 metros de altitud). "En general, las cuatro variedades, ya recién despalilladas y encubadas presentaban un mosto con un color espectacular, cada una con sus propios matices, al igual que una amplia gama de aromas y sabores que ya aventuraban una excelente vinificación por su perfecto equilibrio de acidez y grado de alcohol", describe Calvache. Una fermentación controlada a no más de 28º C, que tras sus continuos remontes y delestages, las levaduras han terminado a la perfección, y que ha dado como resultado unos vinos plenos de aromas, sabores y color, que a continuación y tras el correspondiente descube y prensado suave de los hollejos pasaron a realizar la fermentación maloláctica a una temperatura controlada de 20º C. Con estos vinos, que luego pasan a barrica para su crianza en madera elaboran su Colección Cristina Calvache en sus variedades Syrah, Cabernet, y como novedad de esta cosecha la variedad Merlot.

Por último, ya a finales de octubre la Bodega de Alboloduy vendimió la Jaén Blanca de los viñedos de Montenegro, que ha dejado madurar más tiempo por la altitud de los viñedos, entre los 1.000 y los 1.200 metros.

"En total hemos elaborado unos 20.000 kilos de uva Jaen Blanca y unos 60.000 kilos de uvas tintas, lo que suman un total de 80.000 kilos, equivalentes a unas 75.000 botellas de vino", detalla Calvache, quien concluye: "Nos sentimos muy satisfechos de esta vendimia y consideramos que ha sido de las mejores, junto a las de 2005 y 2010 que también fueron extraordinarias". Para el gerente de la bodega, en las duras condiciones climáticas por las escasas lluvias que vive Almería, el abundante número de horas de sol y altas temperaturas en verano, se hace complicado a veces el cultivo de los viñedos, "pero nuestras experimentadas prácticas agrícolas tanto en poda de invierno como en arados y binados, e incluso las podas en verde nos permiten año tras año obtener uvas de excelente calidad, y cuando de vez en cuando aparece un año climatológico como este 2013 que las cepas lo agradecen y dan su máxima expresión convertida en uvas de extraordinaria calidad que estamos convencidos nos darán unos vinos de altísima calidad".

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