Cajamar y Caixa Rural Balears dicen sí a su fusión por mayoría aplastante

La asambleas generales de la entidades almeriense y balear aprueban la absorción · Cajamar defenderá el proceso de fusión si la Asociación de Cajas Rurales decide impugnarlo

Los socios de Cajamar aprobaron por unanimidad la fusión con Caixa Rural Balears.
Los socios de Cajamar aprobaron por unanimidad la fusión con Caixa Rural Balears.
Carmen Fenoy / Almería

20 de agosto 2010 - 01:00

"Las cajas rurales se enfrentan hoy a nuevos retos: ganar nuevos mercados, abaratar costes, ganar solvencia, y, en definitiva, ser más eficientes y rentables". El presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, expuso ayer los argumentos por los que la cooperativa de crédito almeriense ha decidido fusionarse con Caixa Rural Balears, durante la Asamblea General Extraordinaria celebrada ayer en Almería y en la que sus socios aprobaron por unanimidad el proceso de absorción. Si esto sucedía a mediodía en la provincia, por la tarde en Mallorca se procedía a la asamblea de la entidad balear, con practicamente un resultado similar (de 1.015 votos, 1.008 fueron favorables y siete abstenciones), después de que los consejos rectores de ambas firmas dieran su visto bueno el pasado 16 de julio.

Cuando se cumplen diez años de la fusión de las cajas rurales de Málaga y Almería, y tres de la fusión de la Caja Rural del Duero y Cajamar, ésta presentó ayer otro proyecto que aportará un nuevo origen social y territorial al que la entidad almeriense tiene en Murcia, Valladolid, Málaga, Almería y Madrid, como consecuencia de las fusiones e integraciones realizadas a lo largo de la historia de la cooperativa de crédito, y que han dado lugar a lo que hoy es Cajamar Caja Rural.

De acuerdo a las palabras de Pérez Lao, "la unión de la primera caja rural española y de la caja rural de Baleares contribuye a mejorar su posición en el mercado, consolida nuestra política de expansión y diversificación, aumenta la dimensión de nuestra red comercial, refuerza las estructuras de gestión y aprovecha las economías de escala".

Caixa Rural Balears y Cajamar son dos entidades complementarias. No hay solapamiento de oficinas, ni de puestos de trabajo. El sentido autonómico de la actividad financiera de la caja balear estará garantizado tras la fusión puesto que los actuales servicios centrales se convertirán en la sede institucional y de negocio de la Dirección Territorial de Cajamar en Baleares, en la que su representante institucional será Gabriel Roca i Roca, actual presidente de Caixa Rural Balears, y su director y primer ejecutivo Antonio de Parellada Durán, director general de la caja balear. "La fusión lo que hace es unir a los socios de ambas entidades en situación de igualdad y sumar el capital social. Se trata de una operación que no resta sino que suma, fomentando la participación, implicación y compromiso de los socios", subrayó el presidente de Cajamar.

Con la fusión, Caixa Rural Balears aporta un volumen de negocio de más de mil millones de euros, activos totales por importe de 633 millones de euros, 29 oficinas, 135 empleados y 33.000 clientes. La entidad cuenta asimismo con más de 14.000 socios, de los que 12.300 son personas y 1.700 empresas. Como resultado final, el proceso de absorción por parte de Cajamar elevará su red comercial a 902 oficinas, con 4.144 empleados, 632.287 socios y más de 2,1 millones de clientes en el territorio nacional, si bien estas cifras se ven incrementadas en el contexto del Grupo Cooperativo Cajamar, que quedaría definido con 994 oficinas, 5.158 empleados, 690.000 socios y más de 2,3 millones de clientes en Andalucía, Asturias, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

El consejero delegado de Cajamar, Juan de la Cruz, trasladó a los socios las cifras de balance de la fusión, auditadas el pasado 30 de junio por una firma externa para el proceso de integración. Si bien los ratios más significativos apenas varían, hay que destacar que mejora la tasa de cobertura y de morosidad así como la liquidez estructural, aunque sea de forma ligera. Asimismo, respecto a la repercusión de la fusión en el grupo cooperativo es aún menor, manteniéndose el coeficiente de solvencia en el 14%.

El Grupo Cooperativo Cajamar considera que para que las cajas rurales puedan hacer frente al futuro es preciso aunar fuerzas y adquirir más fortaleza. Y para ello hay dos caminos posibles, el de las fusiones directas entre entidades, o el de la cooperación en sistemas institucionales de protección (SIP), como el que promovió hace un año Cajamar junto a Caja Campo, Caja Rural de Casinos y Caixa Albalat, y del que también forman parte, a partir de la aprobación de su adhesión en abril y mayo, Caixapetrer y Caixa Rural de Turís.

Desde el año 2000, Cajamar ha crecido más de seis veces en activos totales y más de siete en recursos propios y ha abierto las puertas a otras cajas rurales. El copresidente de Cajamar, Luis de la Maza, recordó que mientras las entidades cooperativas trabajan en la consolidación de tres SIP, el Banco de España plantea la unión entorno a una única cabecera al estilo de Credit Agricole. "Se ha de tener en cuenta que los grupos cooperativos o SIP que queden de la concentración de las cajas rurales darán lugar a una nueva estructura del cooperativismo de crédito y a ello ha de corresponder un nuevo equilibrio en las organizaciones nacionales e internacionales a las que Cajamar debe dirigir sus pasos".

De La Maza parafraseó al presidente de Caixa Rural Balears, Gabriel Roca i Roca, quien decía el pasado 31 de julio: "Hemos elegido al mejor socio para fusionarnos y ser más competitivos".

Sigilosamente pero con paso firme, Cajamar crece. "Sin apenas hacer ruido, hemos pasado de ser la humilde caja rural provincial de Almería, de Málaga, de Valladolid o los relictos de Murcia, a promover, junto con Caja Campo y otras cajas levantinas, el Sistema Institucional de Protección pionero en España", apuntó el presidente de Honor de Cajamar, Juan del Águila, quien continuó: "Nuestro grupo cooperativo ha de ir mucho más allá de lo novedoso del formato; ha de funcionar como el punto de apoyo de todas las entidades asociadas; como el clavillo del abanico que hace posible que todas las varillas se muevan en la misma dirección, cooperen en un movimiento uniforme y tengan un respaldo seguro, que impida que se desmorone el conjunto".

"Si los científicos estudiaran el ADN de Cajamar, tal vez descubrirían en él el gen del inconformismo. Este es nuestro principal aval", citó Pérez Lao, quien pidió a los socios de la entidad su respaldo para que el consejo rector defienda la fusión frente a la pretensión de la Asociación Española de Cajas Rurales de impugnar este proceso.

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