Cajamar coloca a Carmen Giménez al frente de la Dirección de su Fundación
Desde el 1 de julio coordina los tres pilares de esta entidad, el Instituto de Estudios, la Estación Experimental y el Centro de Investigación de Medio Ambiente · Hasta ahora era la directora del Gabinete de Presidencia
La Fundación Cajamar lleva más de tres décadas revertiendo en la sociedad almeriense gran parte de los frutos que recoge la matriz, la cooperativa de crédito Cajamar Caja Rural, en lo que ha supuesto un paso más en el escalafón de la inversión social de la entidad con el objetivo de "devolver a la sociedad lo que de ella ha recibido".
Articula sus actividades a través del Fondo de Educación y Promoción, fomentando el desarrollo local y el apoyo a la economía social, los ejes que han caracterizado la actividad financiera de la caja rural desde sus orígenes, a medidados de los años 60.
Investigación agroalimentaria, estudios sobre cultivos y producciones, informes de coyuntura, publicaciones monográficas, formación, cooperativismo, desarrollo ambiental ligado al agua, las energías renovables o el desarrollo sostenible, desarrollo social, promoción del deporte, la educación y la cultura, así como proyectos de cooperación internacional centran las actividades de la Fundación Cajamar.
Todas ellas están estructuradas en tres pilares: el Instituto de Estudios, cuyo director es el economista David Uclés, quien sustituyó a Jerónimo Molina en estas funciones a finales del pasado mes de marzo; la Estación Experimental de las Palmerillas, dirigida por Jerónimo Pérez Parra desde 1998; y el Centro de Investigación de Medio Ambiente (CIMA), que cuenta con Alfonso Sevilla como director, toda una institución en la materia.
Como parte de la nueva etapa que ha puesto en marcha el Grupo Cooperativo Cajamar y la la reestructuración que está acometiendo la Fundación, la cooperativa almeriense ha creado una Dirección General específica para coordinar las tareas de las tres áreas de la Fundación.
Para ello, ha elegido a Carmen María Giménez Rodríguez, hasta ahora directora del Gabinete de Presidencia de Cajamar, auténtica mano derecha del fundador y presidente de la Fundación Cajamar, Juan del Águila, como directora general de la Fundación Cajamar.
El propio Juan del Águila reconoce que el objetivo de la Fundación es "crear conocimiento y ponerlo al servicio de la sociedad". Su finalidad es el fomento de la economía social, en cualquier sector económico, así como la investigación científica, la innovación, el desarrollo tecnológico y la defensa del medio ambiente. Para ello, promociona y organizará congresos, simposios, seminarios, exposiciones, campañas, cursos, coloquios, conferencias y actos que contribuyen al perfeccionamiento científico y profesional; divulga trabajos, estudios y obras en el ámbito empresarial, medioambiental, económico, social y cultural; promociona y difunde todo tipo de actividades y experiencias que guarden relación con sus fines fundacionales.
Para el desarrollo de sus actividades, la Fundación Cajamar dispuso, en sus comienzos, del Instituto de Estudios Socioeconómicos y la Estación Experimental, a los que se incorporó posteriormente el Centro de Investigación de Medio Ambiente.
Carmen Giménez se ha incorporado a sus nuevas funciones al frente de la Fundación Cajamar el 1 de julio, para lo que ha trasladado su despacho desde la sede de la entidad financiera, ubicada en la Plaza Barcelona, hasta el edificio de la Fundación, en el número 25 del Paseo de Almería.
A su cargo tendrá, además de las tres 'patas' socioculturales de la Fundación, a Antonio Márquez Bretones, en el puesto de gerente.
Cajamar dedicó 11,5 millones de euros en 2008 a las actividades enmarcadas en el Fondo Social, a través del que articula la labor impagable que realiza la Fundación Cajamar. Entre ellas, destaca la hemeroteca de pulicaciones que acumula, toda una joya documental, sobre todo, con monografías de enorme interés para la provincia, para su cultura, su sociedad y su economía. Más de diez años de publicaciones tiene a sus espaldas el Instituto de Estudios Socioeconómicos, con 170 registros, lo que da una media de más de uno al mes. A ello se suma la actividad investigadora de Las Palmerillas, epicentro de grandes y valiosos proyectos para garantizar el futuro del campo, además de las numerosas acciones sociales y culturales que realiza.
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