Cajamar y Cosentino ensalzan el valor de los recursos humanos en la empresa

La primera edición del Foro de Responsables de Recursos Humanos y Formación se ha celebró ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos Cámara Almería con la participación de más de cien directivos y profesionales dedicados al desarrollo de la formación de sus trabajadores.

En la presentación participaron Gabriel Balaguer, de la Fundación Mediterránea, Rafael Quirosa, vicerrector de Empleo y Estudiantes de la UAL y Francisco López director del Área de Excelencia Empresarial de la Cámara y de FAAEM, quienes coincidieron en unir empresa y universidad para cubrir las necesidades que el mercado actual plantea en todo el sistema educativo. Gabriel Balaguer manifestó su intención para que "el tejido empresarial almeriense forme parte de la adaptación de la oferta educativa a las necesidades reales de las empresas". Por su parte, Rafael Quirosa puso de manifiesto el papel que la UAL desempeña "para establecer un vínculo entre empresa y universidad que permita hacer de su función social, una herramienta útil para la formación de los alumnos y trabajadores".

El primer bloque del foro desarrolló el papel que los recursos humanos juegan dentro de la empresa. En este sentido, el foro contó con la participación de la directora de RRHH del Grupo Cosentino quien detalló el proceso de transición en el que aún se encuentra inmersa la empresa al pasar de una estructura familiar y una gestión tradicional a un modelo de organización innovadora dirigida por líderes de participación que trabajan siguiendo una filosofía orientada al cliente. Por ello, será esencial según palabras de Carolina Caparrós "el papel de los recursos humanos en la transición de la empresa, que llegue con una comunicación eficaz a todos los trabajadores que forman parte de la empresa".

El segundo bloque del foro fue conducido por el director de formación de Cajamar quien dio las claves sobre el papel que desempeña la formación en la empresa y los errores que se comenten. Según Emilio del Águila "la formación es un proceso emocional, lento y continuo, encaminado a establecer o modificar comportamientos estables con el objetivo de que estos incidan de forma positiva en la cuenta de resultados de la empresa". Del Águila abordó las dos contrapartidas que tiene la formación, por un lado para la empresa como herramienta e inversión en su propio activo y por otro, para el trabajador, como fuente para adquirir nuevas habilidades y una capacitación más eficaz y, aportó datos: "En 2008 la media de horas que los empleados destinaban a su formación era de 30 y el gasto que la empresa realiza por cada trabajador se sitúa en torno a los 400 euros".