Los socios de Cajamar aprueban la fusión con Caja Rural de Castellón
Pérez Lao presidía ayer la que será para él la última asamblea ordinaria como máximo responsable de la cooperativa · La entidad dará paso a principios de julio a Cajas Rurales Unidas
Los socios de Cajamar daban ayer su visto bueno a la fusión con Caja Rural de Castellón San Isidro, cooperativa de crédito valenciana, que hizo lo propio en la misma jornada. Más de 270 delegados, en representación de los 800.000 socios de la entidad, expresaron por unanimidad su opinión favorable a esta operación. Esta nueva fusión se plantea en el actual escenario de reestructuración del sistema financiero español, de modo que Caja Rural Castellón se sumará también al proceso de integración de Cajamar Caja Rural y Ruralcaja aprobado el pasado mes de enero, que en julio dará paso a la nueva entidad Cajas Rurales Unidas (CRU), a la que aportará 20 oficinas, 104 empleados, 18.145 socios y 60.459 clientes.
Concretamente, el proceso legal y tecnológico de la fusión de Cajamar Caja Rural, Ruralcaja y Caja Rural Castellón concluirá en un mes, una vez sea autorizado por la Secretaría General del Tesoro del Ministerio de Economía y Competitividad, previo informe del Banco de España, y quede inscrito en los registros correspondientes. Será entonces cuando inicie su andadura la nueva entidad, cabecera del Grupo Cajas Rurales Unidas, que de entrada estará formado por 22 entidades que representan en torno al 50% de los activos y el negocio del sector de las cajas rurales españolas.
Antonio Pérez Lao, presidente de Cajamar y para quien ésta supone la última asamblea general como tal, señalaba ayer: "Nuestro sector ha iniciado ya un proceso de concentración irreversible, destinado a conformar entidades de mayor tamaño más solventes y eficientes, capaces de hacer frente a los nuevos retos económicos que nos rigen los tiempos actuales. Y nos cabe la satisfacción, no sólo de haber sido la entidad pionera en este proceso, sino también la más activa". El máximo responsable de la entidad indicaba la forma con la que se ha llevado a cabo: "Con tranquilidad y sin necesidad de acudir a fondos públicos, pausadamente y sin estridencias, llegando a controlar el 45% del negocio, 1 de cada 3 oficinas y 1 de cada tres empleados a nivel nacional".
El presidente, tras agradecer el esfuerzo del Consejo Rector y los socios durante estos años, indicaba la situación de Cajamar en este año: una entidad, cabecera de un grupo compuesto por 24 cajas rurales, que cuentan con más de 1 millón de socios, 3,3 millones de clientes, 1.600 oficinas y 7.000 empleados, con un nuevo equipo rector ampliado, que presidido por Juan de la Cruz Cárdenas, actual vicepresidente y consejero delegado, garantiza un adecuado equilibrio entre continuidad y renovación. "En los últimos 12 años, nuestros sucesivos procesos de fusión entre Caja Rural de Almería, Caja Rural de Málaga, Caja Rural del Duero, Caixa Rural de Baleares, Caja Campo y Ruralcaja, como el que hoy (ayer) presentamos con Caja Rural de Castellón, han sido un acicate para que continuemos esforzándonos en incrementar los innumerables beneficios y ventajas que la unión aporta a nuestros socios, clientes y empleados".
Para Juan del Águila, presidente de honor de Cajamar, la nueva cabecera común, Cajas Rurales Unidas, debe reintentar el sector, convirtiéndose en el faro que marca el puerto seguro al resto de las cooperativas de crédito españolas, sirviendo de referencia y cumpliendo con la misión original de todas sus entidades: la de procurar la confianza y crédito en el sistema productivo.
Para el copresidente de la entidad almeriense, Luis de la Maza, quien hace casi 28 años recibió la misión de presidir Caja Rural de Málaga y desde el 2000 la copresidencia de Cajamar, la asamblea de ayer supo a despedida. Respecto al proyecto de Cajamar, que pronto será de CRU, insistía: "Está preparado para dar servicio financiero cooperativizado en todo el territorio español, de manera que los socios recibiendo un buen servicio se sientan atendidos en sus peculiaridades sin que sientan nostalgia de lo que fueron y consideren Cajas Rurales Unidas como entidad que siempre desearon, tanto en sus atenciones financieras como en su participación social".
De la Cruz Cárdenas apuntaba a que la mayor bondad de la fusión con Ruralcaja y Caja Rural de Castellón es que el 100% de sus oficinas se solapan por lo que se produce una racionalización de la red. La suma de la rural de Castellón a Cajas Rurales Unidas, aunque sólo representa poco más del 1% del volumen de negocio, supondrá sobrepasar el millón de socios y los 3,3 millones de clientes.
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